Extra

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Los latidos en su pecho se sentían extraños, coordinados, el calor de su cuerpo había bajado considerablemente ante la situación por la que pasaban.

Jungkook había despertado por una mala sensación que recorrió su espina, rápidamente observó su abdomen desnudo y se calmó al encontrar dos brazos rodeádolo.

Jimin estaba teniendo una pesadilla.

Lo confirmaba ya que movía un poco su cabeza y se quejaba, al parecer su lobo también reaccionaba ante éstas situaciones por ende había llamado al alfa a través del lazo.

Desde que Jungkook había marcado a Jimin, ambos podían sentirse mutuamente, disfrutaban más que antes la presenc  otro, el mayor había tenido que empezar a regañar más a su lobo, éste al estar enlazado con el rubio se había convertido en un posesivo de primera, todos sus años sin sentir celos por nada ni por nadie se estaban yendo a la basura gracias al animal rabioso que veía a los alfas y betas como un posibles enemigos que le quitaría a su omega. Jimin por su lado los primeros días tuvo una secuela de celo bastante... inusual, ya que la mayoría de las veces eran tres días de sexo desenfrenado y mimos, pero ahora simplemente el omega quería que lo abrazara y no lo soltara para nada, ni para ir al baño.

Una media sonrisa se posó en los labios de Jungkook al recordar esos días.

...

— Cariño, ya volví... conseguí tus dulces pero...oh.

Antes de seguir hablando giró hacia el omega, sus ojos rápidamente lo buscaron y su corazón sintió breves tirones ante el aroma a tristeza que inundaba la habitación.
Visualizó al chico sentado en el sofá con los brazos cruzados y dándole espalda al alfa.

Jungkook se acercó sigilosamente con los dulces en una mano, subiéndose al sofá pudo con mayor agilidad poner ambas piernas a los lados del omega y abrazarlo por los hombros mientras aspiraba el delicioso aroma a vainilla dulce que éste desprendía.

— Te fuiste.

— Me pediste dulces, cariño.

— Pero... te fuiste!.

— Ya volví.

— Eso no compensará los... — miró su muñeca mirando la hora — veinte minutos que me dejaste solo... solito.

El suspiro totalmente agotado y decepcionado por parte del omega casi lo hace reír.

— Lo lamento, no saldré más a comprar.

Rió un poco y al mostrarle la bolsa de caramelos ácidos al omega, éste se tiro sobre el para llenar su rostro de besos mientras reía y le repetía que lo perdonaba por su abandono.

Una parte de esa situación le recordaba a Taehyung, ya que éste mencionaba todo el tiempo que Jungkook era el "dominado" del grupo, ya que a diferencia de los ciegos de sus amigos, para el su pareja era lo suficientemente transparente para demostrar sus disgustos, por ende dejándole más fácil al pelinegro la tarea de complacerlo.

Y no se arrepentía.

...

En un tercer intento de despertar al omega, se quedó nuevamente absorto en sus facciones relajadas, sus rastros de piel al tener la ropa desacomodada, su cabello revuelto y una hermosa marca recién remarcada después de una noche intensa de placer.

Se percartó que no le faltaba poco para despertar y se levantó dispuesto a hacerle un chocolate caliente a su omega.

Estaban en la mañana antes de noche buena, el departamento de Jungkook por primera vez en mucho tiempo tenía adornos navideños, pues, a pesar de ya llevar año y medio con Jimin, éste recién en ese momento se había percartado de que podía decorar el departamento de su novio a su antojo, por ende éste tenía muchas luces y un pinito mediano con adornos dorados.

Baby's Crush 과즙 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora