Baby's Crush 과즙 KOOKMIN

10

Estaba nervioso.

Su pierna había mejorado considerablemente, solo cojeaba un poco de vez en cuando, pero los profesores lo dejaban descansar en los salones para que hiciera el mínimo esfuerzo. Ahora volvería a ver a Jungkook, esos últimos días había tratado de ignorar el hecho de que el alfa no lo había llamado ni una sola vez, ni un mensaje, nada.

Toda su voluntad para entregarle la carta a Jungkook dependían de un hilo, sentía muy tonto querer conseguir un mínimo de atención por parte de el, ya que por cada día que lo intentaba, parecía más notable su desinterés.

— Aish... solo es un amor pasajero y bobo que se irá con el tiempo y...

Oh ahi estaba.

Jungkook se encontraba en uno de los pasillos de su edificio, buscando entre la multitud quién sabe qué. Tan guapo como siempre, llevaba camisa y pantalones negros, abrigado por un elegante abrigo color beige, no llevaba sus lentes y su cabello estaba peinado de manera desordenada hacia atrás.

Quiso gritar como todo un omega en celo, pero su sentido común lo obligó a callarse en el momento en que el pelinegro posó sus ojos sobre el dejándolo sin aliento y sin corazón en el momento en que empezó a caminar hacia el.

— Sunbae — sonrió sin mostrar sus dientes, reprimiendo su emoción ante la idea de que el alfa se haya acercado primero.

— Jimin — le regaló una media sonrisa el pelinegro — Cómo te encuentras?.

Enamorado de ti.

— Muy bien — sonrió nervioso — mi pierna ya mejoró.

— Ya veo... — le dió una rápida mirada a la pierna del rubio — No pensé que tu caida había sido tan grave.

— Oh no! No fué por eso — se apresuró a aclarar y un sonrojo lo obligo a soltar aire por la vergüenza — Es que... me caí de las escaleras.

El alfa alzó una ceja ante tal accidente, su pecho se removió un poco al imaginarse un pequeño Jimin empapado en lágrimas gracias a su caída.

— Ya veo...

Busca signos de atención.

— Oh! Hmm... — buscó las palabras tratando de no reírse de los nervios — Jungkook.

— Dime — conectó sus miradas y el aliento nuevamente fué de carencia para el cuerpo del omega.

— Me estabas... buscando?.

El alfa alzó una ceja y quiso asentir de inmediato, claramente mentirle al omega ante la confusa mirada esperanzadora que éste le regalaba, y es que no entendía porque los ojos de Jimin parecían rogarle por las palabras correctas.

— No realmente — Sintió su pecho vibrar, obligándolo a sonreír para aliviar la tensión de su cuerpo — Solo buscaba a una vieja amiga, pero es bueno verte y saber que estás...

El omega no lo miraba, capaz siquiera lo estaba escuchando, su mirada estaba clavada hacía tres segundos en una beta que se acercaba a lo lejos con una enorme sonrisa. El pelinegro ante el silencio siguió la mirada algo azulada del omega y alzó una ceja sorprendido ante lo que sus ojos presenciaban.

— Jeon Jungkook!.

La beta de cabellos rojizos ignoró olímpicamente la presencia del rubio, estrechando a su objetivo en un caluroso abrazo.

— Yuna.

Jimin, quien sentía que su pequeño corazón se rompía, solo pudo suspirar mientras escondía su carta entre sus libros, y es que valoraba la verdad en el alfa, pero sus teorías de una pequeña pisca de atención se habían roto para siempre, así que, dispuesto a darse media vuelta antes de que su olor expusiera los descontentos de su lobo.