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Jimin había olvidado que estaba castigado, cosa que no le hubiera importado si esa misma noche no hubiese aceptado ir a la casa de Jungkook, sin dudas la vida estaba en su contra.
Entonces ahí estaba, casi por dos horas arreglando la casa de punta a punta esperando a su madre de manera paciente. Porque para rematar esa mente olvidadiza, se acordó de su castigo a las cinco de la tarde y Jungkook iría por el a las ocho de la noche.

Ya un poco más tranquilo al ver la casa en órden, decidió que sería buena idea una ducha, pero en medio de ésta sus pensamientos lo atacaron ante la posibilidad de que Jungkook quisiera sobrepasarse con el debido a que estarían solos en la casa.

Pero no, descartando la tentadora idea se mentalizó que el alfa no era de ese tipo, no estaba seguro cuál era la finalidad de esa cena algo privada, pero le gustaba.

Aunque...

Sus mejillas se sonrojaron al imaginar escenas indebidas con Jungkook, no lo había visto sin camisa por lo tanto todo estaba en su puerca mente.

— Minnie! Ya vine!.

Jimin bajó rápidamente las escaleras y su mamá lo miró con una ceja alzada.

— Te bañaste? Limpiaste? — frunció el ceño cruzando sus brazos — Quieres salir?.

— Si... — murmuró haciendo un puchero hacia su progenitora — Por favor! Juro no pedirte nunca nada más.

— No.

— Pero! — frunció el ceño viéndola dirigirse a la cocina — Mamá por favor, es muy importante.

— Ah si? Y qué es?.

Oh no.

— Una cena.

— Con quién? Dónde? Sabes que puedes invitar a Yoongi aquí.

— No es Yoongi — su mamá lo miró con una ceja alzada — Es mi sunbae, en su casa

— Oh.

La mujer se removió algo incómoda en su asiento ante la idea de su pequeño en la casa de el tal sunbae. La realidad es que Jimin nunca había estado ni demostrado querer juntarse con algún chico que pudiera ser su posible pareja, Yoongi era un omega y aunque habían omegas juntos no estaba segura si era el caso de su hijo, tampoco con Hoseok ya que éste según su madre había estado muy enfocado en la universidad y no recordaba haber escuchado hablar a Jimin sobre él.
Pero la señora, a través del lazo con su hijo, estaba segura que el sonrojo y corazón agitado cuando veía a su sunbae no era de pura admiración o por simplemente verse emocionado con el.

Un mohín se formó en los labios de la omega ante la idea de que su bebé estuviera creciendi tan rápido, se recompuso y dió media vuelta para mirar a Jimin, el cual miraba la puerta con cierto detenimiento.

— puedes ir, pero lavaras los trastes por todo el mes y vuelves temprano — Demandó con un dedo alzado, pero su hijo seguía mirando la puerta.

— oh my good! Ya viene! No le abras — Exclamó corriendo escaleras arriba.

La mujer frunció el ceño y caminó detenidamente hasta el lugar en donde había estado su hijo, no percibía ningún aroma, ni un sonido, ni...

Toc toc.

La mujer alzó una ceja ante lo débil que estaba el omega de Jimin, sin dudas sus sentidos estaban totalmente agudizados por la presencia del alfa y eso significaba que tanto a su lobo como a su parte humana les gustaba el mismo chico.

— Mamá! Prometo lavar los platos y volver antes de que salgan los malos y...

— Sin cachorros.

Baby's Crush 과즙 KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora