Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️

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Lia

—You'll see me in hindsight, Tangled up with you all night, Burnin' it down.

Otro día mas, el último por suerte. Despertarse temprano debería ser un crimen y tener que meterme en una clase durante seis horas es otro maldito crimen.

La melodía de Wildest Dreams de Taylor Swift comenzó a sonar por toda mi habitación, despertándome de un salto como solía hacer todas las mañanas. Me senté en la cama, tranquila, levantándome segundos después dejando que la canción siguiera su curso. Nunca iba a cansarme de esa canción. 

Tomé mi móvil colocando una playlist cualquiera ya que se había acabado la duración de la alarma antes de quitarme el pijama, vistiéndome con la ropa que preparé anoche. Iba bastante básica, solo iría al instituto tampoco iba a arreglarme. 

Bostecé mientras me ponía un chandal gris y, segundos después, un top blanco sin mangas. Me peiné y maquillé como siempre, colocando mi pelo liso tras mis orejas y haciéndome el Eye-linner de una manera casi mecánica hasta que me quedé medianamente satisfecha con el resultado de este.

Bajé a desayunar, encontrándome de nuevo con la soledad de mi casa como siempre. Mis padres solían irse a trabajar fuera durante días, eran de los mejores abogados del Estado por lo que lo entiendo y tampoco es qué detestara estar sola, ya me había acostumbrado hasta el punto de que lo prefiero. 

Andaba al rededor de la cocina preparándome mi amado café, tomando unas galletas del mueble mientras este se hacía. 

Escuchaba como la melodía de Fine Line de Harry Styles sonaba a mis espaldas mientras repiqueteaba con los dedos sobre la encimera y miraba la cafetera verter el café en mi taza como si fuera lo más interesante del mundo. 

Media hora más tarde ya había desayunado y recogido mi cuarto mientras le daba el último repaso al temario del que me examinaría en un rato. Cuando me agobio tengo recoger y ordenar cosas. 

Ahora me encontraba saliendo de casa, dispuesta a ir de nuevo al instituto para mi desgracia. Creo que se nota lo poco que me gusta ese sitio.

Salí de casa poco después, con mis auriculares y otra playlist algo más movidita para animarme un poco. Hacía el camino de manera inconsciente, me lo sabía de memoria por lo que me permitía distraerme. Ya se notaba el ambiente veraniego, por la mañana hacía un calor que no llevaba a ser abrasante pero igualmente era desagradable. 

Mi paso era rápido ya que teniendo en cuenta que vivo algo lejos del instituto debía ir así si no quería llegar tarde aunque casi siempre suelo llegar temprano, hay excepciones pero eso suele ser casi siempre. 

Y, cómo no, esta era una excepción. Llegaba un poco tarde, odiaba eso, por lo que giré la última esquina de manera rápida, esta era la que había antes de llegar al instituto. Al parecer lo hice tan rápido que no vi que alguien venia en sentido contrario a mí. No llegué a ver con claridad a esa persona solo noté un impacto en mi hombro haciéndome casi girar, que bruto. 

—Perdón —musité automáticamente pero esa persona no se giro, solo siguió andando con mi mirada siguiéndolo. Qué idiota.

Lo que sea, llego tarde. 

Volví a encaminarme ignorando aquel despiste y entrando al instituto minutos después, dirigiéndome hacia mi clase correspondiente llegando poco después. 

Entré cansada y caminé hasta mi mesa donde solté mi mochila mientras me sentaba. Estaba en primera fila, por desgracia era mi único remedio para no quedarme dormida la verdad.

Pestañeaba pesadamente cuando sentí tres ligeros toques en mi hombro causando que me girara en esa dirección encontrándome con una peligra que llegaba también algo cansada, esta era Alexa Paige. La única amiga por así decirlo que tenía aquí. Esta, como solía pasarle todas las mañanas, llegaba tarde. 

No tardó en sentarse a mi lado, mirándome con sus ojos casi negros achinados a causa de una sonrisa que le devolví a modo de saludo. Recolocó su pelo corto y azabache detrás de sus orejas antes de agacharse para tomar sus cosas. Copié su acto, sacando el estuche de la mía cuando me habló. 

—¿Qué tal, Lita? 

Terminé de sacar mis cosas. 

—Bien —respondí cansada —. ¿Y tú? 

Solté un suspiro, apoyando mi espalda sobre la pared tras mi, menos mal que mi sitio estaba junto a la ventana sino moriría de calor.

—Bien y tengo noticias...—eso nunca era bueno viniendo de ella —. Ya que pasado mañana terminamos los exámenes, ¿qué te parece si salimos por ahí el viernes? 

Alexa subía y bajaba sus cejas de arriba a abajo mientras se acercaba a mí. Sabía que iba a acabar sugiriéndome eso y no pude evitar darle una mirada que expresaba indirectamente un "no por favor" sin tapujos. 

—Oye, vamos. Tienes que socializar —rogó mientras yo la seguía mirando así.

—¿Por qué insistes tanto? Cada vez que te digo que no dices que vale y ya —inquirí, examinándola, viendo como fruncía el ceño.

—Porque estoy conociendo a alguien y quiere salir, pero salir en serio y me asuste y le dije que si podía llevar a una amiga y me dijo que vale que llevaría a un amigo, no te preocupes lo conozco aunque no lo parezca es buen chico. Así que por favor ven. 

Habló un poco rápido por lo que tuve que asimilar toda esa información en la mitad del tiempo que paso diciéndola. Alexa apoyó sus brazos a mis lados, poniendo uno en la mesa y otro en el respaldar de la silla mientras aún me miraba. Pensándolo mejor, no tendría nada malo salir un día, además ayudaría a Alexa. 

—Vamos, Lita, di que sí...—hizo una especie de puchero, tampoco puedo decirle que no y menos si me pide algún favor.

—Creía que seguías con Nick, —murmuré, viendo cómo se le cambiaba la cara, mierda. Lia, piensa joder —. Esta bien, iré —

Vi cómo sonreía en grande nada más acepté y eso causo que yo también sonriera levemente al verla contenta. No sabía anegarme a nada.

—Sabía que dirías que sí. 

Dio un ligero salto sobre la silla justo en el mismo instante en el que el profesor de historia entró por la puerta causando que ambas nos enderezáramos en nuestros asientos. 

Ojalá pudiera decir que las horas de clase restantes se me pasaron rápidas pero eso sería mentir, fueron larguísimas pero con Alexa y nuestras tonterías se hizo mas ameno. 

Finalmente, salí de allí cogiendo el mismo camino solo que con una extraña sensación como si de alguien me observara, qué raro. A veces creo que tengo manía persecutoria. Pero, por suerte, una vez crucé la esquina del instituto me sentí algo más aliviada. Solo serían imaginaciones mías.

Volví a tomar mis auriculares, conectándolos al móvil antes de colocármelos en los oídos. De nuevo coloqué un playlist y seguí caminando sin poder evitar pensar en la salida por la que Alexa me insistió. Me resultó extraño que me nombrara a otro chico, hasta dónde yo sé ella estaba con Nick pero este me cae mal por lo que me da igual. Alexa me acabará contando que pasa con eso.