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Lia

Otro día más en la editorial. Adoro este trabajo pero no adoro a mi jefe, nunca dejare de repetir eso.

Esta vez me había mandado de nuevo a hacer un manuscrito de un libro de romance y agradecía muchísimo eso, durante estos días había hecho trabajos sobre bastantes tipos de novelas y aunque eran buenas con la de romance se me hacía más ameno. Llevaba todo el día liada haciendo aquel trabajo tan concentrada que ni siquiera me había dado cuenta de la hora de almorzar tuvo que venir Finn para recordármelo, ambos comimos juntos pero luego volvió a irse para terminar con su trabajo y yo volví a sumirme en mi estresante trabajo sin tener constancia del tiempo.

Siempre hacia eso, incluso cuando estudiaba en el instituto. Llegaba a concentrarme tanto que perdía la noción del tiempo y ni siquiera me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, podrían haber pasado mil horas que yo ni caso. Y mucha menos constancia de la hora tenía ahora mismo que tenía que mandar los papeles a imprimir y nunca me acordaba de como era.

—¿Cómo esta de nuevo mi compañera de la ofi? —escuché la voz de Finn desde la puerta pero no lo miré, seguía concentrada intentando recordar cual era el nombre de la maldita impresora de mi despacho para mandar las cosas por bluetooth. —Hey, no me ignores. —reprochó pero solo le hice una seña con la mano mientras seguía leyendo nombres buscándolo.

¿Por qué tienen que estar las malditas impresoras conectadas al bluetooth? Joder es tan estresante.

Y seguía en la búsqueda de la impresora hasta que algo golpeo levemente mi frente haciendo que me desconcertara por completo mirando la pequeña bolita de papel que me había tirado Finn.

—Puedes dejar de ensuciar mi despacho por favor. —me quejé mientras tiraba a la papelera a mi izquierda aquella bola de papel para luego volver mi vista al ordenador.

—¿Sabes acaso qué hora es? —me pregunto riendo.

—Lo único que me importa ahora es como se llama esa maldita impresora. —contesté estresada y de nuevo escuche a Finn reír, quien pudiera tener sus ganas de vivir.

—A ver, —Finn rodeó el escritorio y se colocó tras mi buscando también el nombre. —es esta. —indicó señalando uno de los nombres. Maldito Finn y su maldita memoria fotográfica.

—Pero, ¿como? —musité desganada.

—De nada eh, ni un beso de agradecimiento. —comentó en broma mientras que yo al fin mandaba a imprimir los malditos papeles.

Me levanté de la silla dispuesta a dirigirme a la maldita impresora quedando frente a él que tenía los labios extendidos de forma en la que parecía un patito.

—Ni de coña Finneas. —le llamé por su nombre completo mientras con mi mano le daba puñetazo sin fuerza en el pecho para separarlo mientras reía, las bromas así eran normales entre nosotros.

—No sería la primera vez. —se excusó haciendo una mueca mientras que yo me daba la vuelta dirigiéndome a la impresora para recoger el pequeño montoncito de folios ya imprimidos. —Venga es hora de irnos a casa.

—Tengo que pasar a darle esto al capullo de nuestro jefe. —comenté a lo que él asintió para luego encaminarse hacia fuera de mi despacho conmigo tras él guardando las cosas en mi bolso por el camino mientras ambos salíamos.

—El viernes iremos a cenar todos, me pidieron que te avisara. —comentó mientras yo cerraba la puerta a mis espaldas. —¿Vendrás no?

—Si claro, iré. —mientras hablábamos de eso nos dirigíamos al despacho del señor Davis.

Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora