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Lia

Estoy mal, me quiero morir, no me acuerdo de nada, me duele la cabeza, me duele todo en realidad, he dormido con la ropa de fiesta, estoy hecha una mierda.

Espera, ¿en qué momento llegué a casa?

Me había despertado hace media hora y solo me había levantado para darme una ducha, iba a seguir tumbada pero me daba asco ya que olía a sudor mezclado con Jager y tenía todo el maquillaje corrido por la cara. Creía que la ducha me dejaría más despejada pero nada, seguía igual de cansada por lo que me había acostado otra vez.

Aquí me encontraba de nuevo, tirada en la cama por fin aseada con el pelo limpio cayendo por mis hombros por detrás de mis orejas y con una camiseta blanca ancha y un pantalón largo rosa de pijama mientras miraba la bandeja de mensajes en mi móvil totalmente aburrida.

Finn:

Adivina que...

Yo:

Finn no leo mentes idiota.

Finn:

Joder, no se te pueden decir buenas noticias.

Lo que sea te lo diré igualmente...¡ESTARÉ ALLÍ ESTA TARDE!

Yo:

¿ENSERIO?

Finn:

Si, ósea que a las siete tienes que estar en el aeropuerto para recogerme.

Yo:

Allí estaré, Finnito.

Solté un sonoro bostezo después de mandar aquel mensaje volviendo a soltar el teléfono en algún lado de la cama para luego recostarme en la cama de nuevo mirando un punto fijo en el techo.

Mierda, ¿cómo que supone que vaya al aeropuerto si no se conducir? Bueno, siempre puede llevarme Blair aunque no se si estará viva ahora mismo. Cuando salí al pasillo para ir al baño todas las puertas estaban cerradas por lo que supuse que aún estaban dormidas, también quiero suponer que nos trajeron Caleb y Blake a casa y que Aiden se fue con su novia. Desde que me había levantado había pensado mucho en eso, él realmente había pasado página y yo debía haber hecho lo mismo hace mucho también, es lo normal cuando una pareja rompe. Lo peor es que pensaba que lo había superado pero todo ayer fue muy extraño, alguna vez me había imaginado una situación parecida después de todo no estamos juntos y él tiene derecho a tener pareja y a hacer lo que quiera. Solo que cuando imaginaba esa situación hace meses pensaba que seria como en las películas que su novia seria un arpía de cuidado pero no fue así, Krys es un amor. Ayer me lleve con ella la mayoría del tiempo, antes de que llegara Aiden. Estuvimos hablando, bailando y bebiendo bastante, realmente me había caído demasiado bien.

Y lo peor es que cuanto antes lo pienso antes pasa.

La puerta se abrió haciendo que girara mi cabeza mirando hacia ella donde entraba la última persona a la que quería ver ahora mismo. Sus ojos azules no tardaron en encontrarse con los míos, esos bonitos ojos azules que ahora miraban a otra persona.

—Esta vez no te secuestro un alíen tranquila. —refunfuñó Aiden haciéndome tener un déjà vu mientras buscaba algo con la mirada por el suelo.

—Prefiero al alíen antes que a ti. —respondí seca, hasta las únicas palabras que habíamos cruzado habían sido así, no es que acabáramos muy bien.

—El gusto es mutuo, solo vengo por mis zapatos. —contestó cogiendo sus zapatos negro del suelo, me senté en la cama y observé sus movimientos con muchísimo detenimiento notando como en su muñeca derecha había una cadena dorada que conocía perfectamente extrañándome en el acto. ¿Acaso tenía el collar a modo de pulsera? Aiden se había percatado de que le estaba mirando la muñeca por lo que pregunte otra cosa para evitar ese incomodo tema.

Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora