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Lia

Último día de exámenes.

Eso era lo único que rondaba por mi cabeza, aparte de todo el temario de matemáticas y de historia, ya que me había examinado de ambos esa misma mañana.

Por fin era viernes y el último antes de las vacaciones de verano, las cuales esperaba con ansias. No por nada en especial solo con quitarme ya los exámenes y poder dormir las horas que me plazca sería feliz.

Y, por suerte, ya los había terminado. Puedo resumir perfectamente aquellas horas en unas pocas palabras: agobiarme, querer llorar y responder cosas después de mis crisis existenciales.

Pero, ante todo pronóstico, solo nos quedamos las horas de dichos exámenes por lo que me fui sobre las doce de allí. En este momento, Alexa y yo estábamos saliendo del instituto juntas, bastante cansadas. 

—Recuerda que hoy saldremos —comentó, con una sonrisa mientras me pasaba el brazo por los hombros.

—Hablando de eso.

Era hora de, al menos, preguntarle quién era el famoso chico que la ponía tan nerviosa como para tener que ir yo. 

—¿No crees que deberías decirme al menos quien es tu gran conquista? —Inquirí un tanto burlona por tanto secretismo.

—Vamos a la plaza y allí te cuento —contestó, mirando a sus lados de una manera extraña, como si quisiera reafirmar que estábamos solas.

Aquello me extrañó pero no dije nada, tan solo me limité a asentir y a seguirla hasta una cercana en la que solíamos quedar con otra amiga más cuando estaba aquí, esa era Blair, se fue a España hace poco tiempo. 

La plaza no era nada del otro mundo, era bastante común. Algunos bancos a metros de un parque infantil en el que nunca había nadie con algunos arboles repartidos al rededor. 

Nos sentamos en uno de los bancos, una frente a la otra. Me quité la mochila y la deje sobre el suelo antes de girarme hacia Alexa de nuevo.

—Habla anda —le alenté al ver que estaba algo inquieta, como sí buscara las palabras adecuadas.

—No es nada del otro mundo en realidad...—murmuró evitando mi mirada —. Tan solo lo conocí de manera casual en una fiesta y empezamos a hablar porque me dieron su número.

—Pero creía que...—mi voz fue disminuyendo. 

Intenté preguntarle por Nick de nuevo ya que me resultaba extraño que de la noche a la mañana me dijera lo de este chico nuevo. Durante las últimas semanas ella se veía muy apegada a Nick. 

—Solamente lo dejamos, ¿sí? 

A pesar de que su tono fue poco convincente decidí asentir, si ella no quería hablar del tema no la obligaría a hacerlo. 

—Fue porque comencé a conocer a Caleb —acabó confesando.

—Hasta que al fin dices su nombre, —comenté sonriendo, viendo cómo ella comenzaba a sonrojarse. Vaya Alexa sonrojándose con solo nombrarlo, ese tío merece un Nobel.

—Calla, Lita —espetó haciendo que soltara una carcajada al verla así de avergonzada.

Un sonido proveniente de su teléfono hizo que ambas dirigiéramos nuestra atención a este. Alexa lo sacó de su bolsillo, llevándoselo frente a su cara y leyendo el mensaje para si misma antes de volver a mirarme a mí. 

—Son mis padres, les dije que iba a ir a comer con ellos —se excusó, tomando su maleta del suelo. Copié su acto, levantándome junto a ella —. Recuerda que te recogeré a las seis —volvió a decirme mientras se acercaba a darme un abrazo de despedida.

Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora