Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️

25

Alexa

Echaba mucho de menos venir a este tipo de fiesta y, joder, cuanto las adoraba.

Pero, un día después de una dolorosa ruptura, estar una casa con mucho alcohol no me ha venido muy bien... O quizá si, ahora no es que esté muy coherente. Ya estoy borracha. 

Estábamos bailando en medio de la casa, entre toda la gente, cuando Lia y Daniel se esfumaron. Según este último iban a saludar a un chico, aunque creo que Lia creía que iba a por más cerveza. Dani me preguntó si quería ir pero yo solo podía pensar en Caleb así que me negué.

Pensaba tanto que en él qué incluso creí haberlo visto hablando hablando con una chica y Aiden.

Oh mierda, eso no era mi imaginación. Caleb estaba allí.

—Blair, Blair, Blair... —la llame repetidas veces —. Caleb está allí —añadí.

—¡Será cabrón, que cortasteis ayer! —exclamó Blair —. Tú ignóralo. 

—Blair, pero si tú nos has traído a la fiesta —añadí. 

—Me da igual, él es el cabrón. 

Estaba haciendo de todo menos lo que ella me había dicho. Caleb estaba dirigiéndose a un punto que parecía que daba al lado de nosotras.

Entonces una idea se pasó por mi alcoholizada mente, era obvio que iba a ponerla en práctica.

—Blair —volví a llamarla. Ella se giró a centrando su atención en mi —. ¿Confías en mi?

—Siempre —respondió con una amplia sonrisa.

—Sígueme el rollo.

Blair asintió, aún con una sonrisa maliciosa que yo también esbozaba. Tomé su mano y la llevé a la cocina, jalando de ella. Cuando llegamos allí tomamos unos vasos de chupito, sal, limón y por último dos botellas de Tequila.

Blair y yo fuimos en busca de Dani y Lia. Por suerte, los encontramos rápidamente ya que estaban a pocos metros de nosotros. 

Le dediqué una sorprendida mirada a Lia al ver que Aiden estaba con ellos, ella tan solo se encogió de hombros. Lia había perdido el poco orgullo que le quedaba gracias a la cerveza tampoco importa, ella es así y es parte de su encanto. Bueno, no miento con lo del orgullo, Lia ya estaba mirándolo con unos estupidos brillitos en los ojos.

—¡Vamos a jugar al juego del tequilaaaa! —gritó Blair, sacándolos de su burbuja.

—¡Siiii! 

Tras aquel grito de Dani nos fuimos a uno de los sofás vacío en un lugar tranquilo del salón, vaya pedazo de casa tiene el muy capullo.

Nos sentamos todos en una especie de círculo con un cierto orden. A mi lado estaban Dani y Blair y, junto a ella, Lia y, por último cerrando el círculo, Aiden. Se veía confuso. 

—Bien este será el orden —indiqué, señalándonos uno a uno —. Para los que no conozcan el juego se trata de lamer la sal de la persona de vuestra derecha. No importa que parte del cuerpo, luego os tomáis el chupito y por último se muerde el limón, también de donde se quiera poner —expliqué. Mi sonrisa no se había esfumado, en absoluto, seguía maliciosa. Los presentes asintieron, unos más seguros que otros, mientras yo me giraba hacia Blair —. Sígueme el rollo. —

Ella asintió, divertida. Sabía que Caleb estaba ahí, mirándome, desde la cocina con Blake. Pude verlos de reojo cuando fui a coger las cosas pero ellos no se percataron de que pasamos por allí. 

Creía que era yo la que empezaba pero, fue Dani. Él se acercó a mi, colocando la sal en mi cuello y lamiéndolo de manera rápida. Aquel contacto me provocó un escalofrío junto con una media alucinación, ¿por qué tenía que imaginarme que era Caleb? Te odio, conciencia.