Extra 2: L de Las Vegas o de Lia, también.

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Lia Brown.

Las Vegas, Nevada.

6 amigos no muy típicos, Las Vegas, medio borrachos, un fin de semana. ¿Qué puede salir mal?

Ese fue mi primer pensamiento mientras planeábamos esto pero, ¿en qué pensaba? No me malinterpretéis, sabía que iba a ser descontrolado. Pero, tenemos que mirarle el lado bueno, venir con tus amigos a Las Vegas un fin de semana es la ostia aunque tengamos decisiones extrañas.

Y, después de pasar aquella tranquila semana en Italia, iba a tener que adaptarme al ritmo pero no es nada que deba preocuparme.

Había pasado una semana en Sicilia con Aiden. Una semana que no parecía real, nos evadimos de ella en realidad. Italia parecía otra dimensión distinta y, con Aiden, aún más.

Me encargué de hacer un planning de la semana obviamente aunque, por culpa de que apunté demasiadas cosas para solo una semana, tuve que borrar algunas cosas. Aunque debo de admitir que fue bastante gracioso ver a Aiden frustrado por querer hacer todo para verme contenta.

Al principio, una semana me parecía mucho tiempo pero, a medida que fue pasando, solo quería ampliar el tiempo más y más.

Alquilamos una moto allí, la cual dirigí un par de veces con Aiden rezando detrás mía por su vida. Es un exagerado, tampoco la conducía tan mal.

Con ella, el primer día visitamos Palermo, el segundo, la playa de San Vito lo Capo. El tercero y el cuarto, dos pueblos, Erice y Trapani. El quinto, el Valle de los Templos, el sexto, Siracusa. Por último, en nuestro último día, estuvimos en el hotel, bueno, en la playa que había junto a este.

Debo admitir que Trapani me gustó demasiado aunque la playa también. En realidad, adoré todo, adoré ir con él, adoré que fuera nuestro viaje.

Y, bueno, ahora estábamos en Las Vegas.

Habíamos llegado esta mañana y, tras muchísimo lío en el aeropuerto para reencontrarnos todos y un dramático saludo, nos encaminamos hacia el hotel y menos mal. Odio tener siempre jet lag.

Menos mal que Caleb se encargó de todo el tramite del hotel de Las Vegas porque ninguno teníamos ni idea y si le sumamos el jet lag de algunos nos podríamos haber pegado en recepción un año.

Los malditos ascensores del hotel eran transparentes y jodidamente lentos. El sol chocaba contra este por lo que me reajusté las gafas de sol sobre la nariz, recargando mi mejilla sobre el brazo de Aiden, cansada.

Una melodía suave llenaba el silencio del ascensor mientras cerraba los ojos, solo quiero hundirme entre mantitas y cojines.

Pero esa tranquilidad con musiquita de ascensor se vio detenida por culpa de Blair.

—¡Escuchadme! ¡A las nueve os quiero a todos listos, ni cansancio ni ostias qué estamos en las Vegas! —Todos la miramos —. ¡Tú vete a echarte una siesta —me señaló —y, tú, déjala dormir! —dijo, refiriéndose a Aiden que la miró con indiferencia pero Blair ni siquiera se fijó en aquello. Ella se giró directamente hacia Caleb —. ¡Tú, Caleb, quita esa cara de culo!

—Pero si yo no he hecho nada, joder —se defendió.

—¡Me da igual! —volvió a gritar —. ¡Alexa, tú te encargas de eso!

—Si, señora.

Fue entonces que las puertas del ascensor se abrieron al fin, en el décimo piso, haciendo que todos nos quedáramos en silencio.

Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora