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Aiden

—Hoy podrá irse, señorita Brown —anunció el médico frente a nosotros.

No pude evitar mirar a Lia de reojo. Su mirada se iluminó de repente mientras esbozaba una sonrisa al oír al doctor decir aquello. Yo también intenté oír que decía pero no logré enterarme de nada, por suerte Lia si lo hacia, asintiendo en cada cosa que decía.

—...Y tendrá que venir una vez cada dos semanas este mes para revisión y debe estar en reposo —terminó.

—Gracias, doctor —habló ella.

—Antes de irse debe coger las citas de la revisión. Y eso es todo, la veo en dos semanas —dijo, dedicándonos una última sonrisa antes de salir de allí, cerrando la puerta a su paso.

Me quedé mirando a la puerta, atontado, en mi defensa, apenas he dormido porque no se como nos hemos pasado toda la noche hablando así que ahora tengo sueño. 

—¡¿Lo escuchaste?! —vociferó Lia, emocionada. Aún sonreía, mirándome. Desde luego que a ella el sueño no le afecta. 

—Ehhh... —piensa Aiden, piensa. ¿Qué pastilla dijo que era?

—¡Por fin podré irme!

—¡Si...! —Mi tono al principio fue apagado pero después se fue comparando al suyo. Coño, eso era. 

—¡Voy a vestirme y nos vamos! —Ni siquiera me dio tiempo de responderle, dio un saltó emocionada antes de que pudiera contestarle. 

Bajó de la camilla, cogiendo un bolso que le habían traído Alexa y Blair el otro día con ropa. La observé con una sonrisa mientras ella entraba al baño para cambiarse. Comencé a recoger las cosas mientras tanto para así irnos antes de aquí. 

No tardo más de cinco minutos en salir del baño ya vestida con unos shorts vaqueros azules y un top blanco de mangas cortas. Salió concentrada, apretando los labios frustrada mientras bajaba los bordes del ceñido short. Joder, que bien le quedaban.

—Alexa no me trajo otra ropa —se quejó, llevando su mano hacia el hueco que se veía de abdomen entre el top y el vaquero. Trató de tomarse la pequeña venda que se veía de la cicatriz de la operación.

—No te quejes —murmuré, acercándome a ella. Tomé sus manos entre las mías cuando llegué —. Estas muy guapa, rubia. —Me agache debido a la clara diferencia de altura entre ambos para poder depositar un casto beso sobre sus labios —. ¿Nos vamos?

Lia asintió repetidas veces por lo que caminé hasta la puerta, agarrando una de sus manos con cariño, dispuesto a salir de allí con ella. Tuvimos que parar en la recepción dónde tenía que coger la cita de las revisiones. 

Me quedé esperándola en la puerta, sin dejar de mirarla, bueno, en realidad nunca dejaba de hacerlo. Cuando estaba junto a ella parecía que desconectaba del mundo.

Pareció terminar de hablar poco después. Se giró y caminó hacia mi, dedicándome una ligera sonrisa. Salimos del hospital cuando llegó a mi lado.

Nos dirigimos al coche, en silencio, llegando poco después. Me senté en el asiento del conductor mientras ella se dirigía al de copiloto.

Una idea llego a mi mente mientras arrancaba el coche y, obviamente, la ejecuté sin dudarlo. Extendí el brazo hacia el queridísimo cable que utilizamos para poner la música, acercándoselo con una sonrisa. Lia me miró divertida con el ceño fruncido mientras lo cogía y lo conectaba a su teléfono. 

—Extrañaba esto —comentó, buscando en su móvil.

—Yo también, rubia.

Lia dejo el teléfono sobre su pierna una vez eligió la canción. No pude evitar fijarme en el título de la misma, Light de Sleeping at Last.

Ángeles Oscuros [#1] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora