Capítulo 1

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Katsuki

—Entonces... Katsuki, ¡¿Qué demonios pasó allá fuera?!

—¡No sé qué pasó! ¡¿Por qué sólo me recriminas a mí?! ¡Ni Ochako ni Tsuyu atraparon a Toga!

—¡PERO TÚ ESTABAS ENFRENTE DE ÉL, KATSUKI BAKUGO!

La verdad, la verdad, que Denki Kaminari fuera serio y me estuviera gritando era algo que jamás esperé ver en mi puta vida.

—¡¿POR QUÉ ME GRITAS?! ¡¿QUIERES MORIR?! —replico, alzando mi mano a su rostro que pasó de ser uno serio a uno asustado en milisegundos.

—Cálmate, Katsuki. —La mano de Eijiro me aparta del rubio estúpido—. Denki solo expresa su preocupación por lo que pasó. Y, tiene razón. No pudiste atraparlo.

—Pensé que era un rehén —farfullo, desviando la mirada—. El muy maldito me metió en su juego ilusorio.

—¿Juego ilusorio? —inquire Ochako, confundida.

—Su quirk es hacer ilusiones de entorno o personas —explica Eijiro, suspirando—. Hizo que Katsuki pensara que era un rehén en el momento que iba a disparar su explosión. Y cuando Tomura Shigaraki se fue, disipó la ilusión.

—Ese bastardo...

—Pero... Lo que me sorprende es que tuviste una conversación con él antes de que huyera —dice el pelirrojo, frunciendo el ceño—. ¿Qué te dijo?

Vamos, vamos, dile. Dile que descaradamente te coqueteó y tú como una maldita colegiala enamorada apenas pudiste decir tu nombre sin tartamudear.

Las conciencias normales tienden a no decir nada y ser inexistentes, ¿sabes?

—Dijo que lo tomaron como rehén. —No era del todo mentira—. Que la Liga lo quería de aliado y que por ello irrumpieron en el lugar.

—Por esa razón no teníamos constancia de ellos —dijo Tsyu, asintiendo—. Cuando nos llamó Shoto para la misión, dijo que sólo el villano Deku estaría ahí.

—Reportaremos esto a Endeavor —habló Denki—. Se va a a enfadar...

—Pues usen al maldito mitad mitad para que no les grite a ustedes y sí a él.

El rubio asiente. —En efecto, es el plan. Ni de broma iría con Endeavor sin Shoto. Arriesgaría mi vida y con ser tu amigo ya la arriesgo todos los días.

—¡¿ES QUE TÚ QUIERES MORIR, CARA DE IDIOTA CON COMPLEJO DE PIKACHU?!

—¡VÁMONOS, ESTO DE ARRIESAR MI VIDA ES FANTÁSTICO! —grita el muy estúpido tomando a Ochako y Tsuyu para salir rápidamente del campo de entrenamiento.

Dejo escapar un suspiro, masajeando mis sienes. ¿Qué demonios me pasa?

No entiendo nada. Absolutamente nada.

Jamás he fallado en una misión. Villano que me asignan, villano que se puede ir despidiendo de la libertad.

Y él...

Apenas pude decir algo.

—Katsuki...

Levanto mi mirada al pelirrojo, que se sienta en la banca delante de mi.

—Ya sé que fui un idiota, no tienes que seguir con eso.

—No es lo que quiero decir.

—Entonces habla.

—Te ayudaré a encontrarlo.

—¿Quién demonios dijo que necesito tu maldita ayuda? Puedo buscarlo por mi cuenta. Y lo voy a atrapar.

—No lo vas a atrapar —responde. Uh, está exasperado—. Solo no. Y será mucho peor si se une a la Liga de Villanos. De por sí ya es casi imperceptible ante cualquiera de nosotros los héroes.

—Yo no voy a...

—Dios mío, Katsuki, deja de ser tan negativo con respecto a la ayuda. Nos necesitas. A todo tu equipo. Mucho más considerando el hecho de que pareces haberte enamorado con tan solo mirarlo.

Carajo.

—Eso no es cierto.

—Claro que sí. Cuando iba corriendo hasta ti parecías anonadado. Y estabas tan sonrojado que fácilmente podría compararte con mi cabello. Jamás has estado así en toda tu vida, amigo. Per es un villano. Un villano que mata personas y causa desastres.

—Tsk —desvíe la mirada—. Estás malditamente delirando. —Me levanto de la banca, metiendo mis manos en mis bolsillos—. No digas estupideces. Me voy.

Camino lejos de él, antes de que diga más cosas y me sea imposible controlar este estúpido corazón que está latiendo ridículamente ante la mencion anterior del maldito villano ese.

No puede ser eso. Nunca he tenidos sentimientos por nadie y es ridículo que ahora, con verlo apenas siete minutos, ya sienta la necesidad de volver a verlo.

Es que, dios, ¿cómo debería reaccionar? Es hermoso.

Tiene ese rostro que no abandona mi cabeza. Esa sonrisa traviesas y esa actitud segura lo hace ver mucho más jodidamente sexy.

Es ridículo que con pensar en su voz la piel se me erice de inmediato.

«Te buscan, Kacchan. Puedo decirte así, ¿cierto?».

Si quieres, hasta ponme un nombre nuevo, no me quejo.

Oh, pero que estúpido me siento.

Cuándo salgo de la agencia, pensando en mi ridículo deseo de querer verlo, me doy cuenta de que hay una mirada sobre mi.

Esa mirada intensa proviene de un verde jade, al otro lado de la calle atestada de vehículos y personas que quieren pasar.

Veo su rostro pícaro.

Veo su sonrisa divertida.

Sus cejas alzadas en un reto.

Todo en Deku grita algo.

«Atrapame si puedes».

Incorrecto (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora