Capítulo 12

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Katsuki

No creí que ver dormir a una persona fuera tan relajante.

Deku está entre mis brazos, con su cabeza apoyada en mi pecho y su respirar tranquilo. La tenue luz de la televisión con la aburrida película me deja prestar atención a los detalles que ignoré las veces que lo vi.

Tiene muchas más pecas en su rostro de las que creía. Aunque cuatro sobresalen de forma graciosa y tierna.

Sus ceño es sólo paz y relajación, completa tranquilidad. Su cabello es suave, al menos así lo siento mientras lo acaricio con mimo.

Lo único que va fuera del cuadro precioso de sus ojos es esas ligeras ojeras que me hacen pensar en sus desvelos y en quizá cuantos días lleva sin dormir.

Solo pasaron treinta minutos de la película cuando sentí su cabeza caer levemente sobre mi cuerpo. Se durmió después de reír como si no hubiera mañana.

Y bueno, aquí estoy yo, fascinado con su belleza etérea y sublime.

No tengo intención alguna de soltarlo.

Se mueve un poco, acurrucandose aún más cerca de mí. Intento no moverme para que siga cómodo.

Tampoco quiero que despierte. Solo que siga así.

Viéndose hermoso sin siquiera intentarlo.

¿Es normal querer atesorarlo tanto?

Me preguntaba que se sentía anhelar y comenzar a añorar a una persona. Nunca me di la oportunidad de querer a alguien.

Tampoco me había interesado una persona a tal grado de pensar constantemente en ella.

Pero Deku simplemente llegó, se metió de lleno y ya no se quiere ir. Tampoco quiero que se vaya.

A pesar de las mil formas en lo que esto está mal. Lo mal que está entrelazar tanto nuestros corazones, a sabiendas de que en algún momento la burbuja de coqueteo y deseo por seguir juntos se puede romper en cualquier momento.

Quizá sea poco tiempo.

Pocas palabras.

Pocos instantes.

Sin embargo, ya el tiempo no es el que decide cuán apegado puedo volverme a este chico que tanto se empeña en mantenerse aquí.

Solo sé que de este sueño descarado e increíble, no quiero despertar.

Incorrecto (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora