Izuku
El mecanismo de mi don es bastante simple.
Las ilusiones son mis marionetas. Desde mis dedos salen hilos que se entrelazan y forman la ilusión a como de lugar.
Son hilos invisibles para cualquiera, excepto para mi. Puedo verlas, sentirlas y notarlas.
Cuando las ilusiones sobrepasan el número de veinte, se reduce el tiempo que dura.
De por si, una sola ilusión demora una hora en desaparecer.
Veinte, treinta minutos.
Y así, mientras más haga, menos tiempo habrá.
Pero es útil, porque cualquier ilusión será real a la vista de otros. No hay diferencia que el ojo humano pueda notar.
Cuando All for one me dio este don, fue claro. En algún momento de mi vida, tendría que ir a rendirle cuentas. Nada es gratis.
A cuántas más personas les cambia la vida, más sirvientes tiene.
No me pareció un precio muy malo que pagar. Después de todo, solo necesito cumplir con mi objetivo y todo terminará.
Y bueno, aquí estoy, buscando a Eri mientras mis ilusiones se encargan de engañar a los héroes patéticos.
Incluso a Kacchan, que se enfoca en otros villanos sin darme prioridad.
El resto de la Liga busca la mierda que quieran buscar, cosa que no me interesa.
Fui claro. Esto no significa que estoy dentro. Solo ayudo porque me conviene y porque le debo a All for one. Nada más.
Yo solo necesito a Eri.
Abro puertas y solo veo lugares vacíos. ¿Dónde podría estar?
El recuerdo que tengo de ella es vago.
Cuando Kai Chisaki me reclutó para repartir sus asquerosidades, conocí a Eri. Una niña de once años, de cabello albino, grandes ojos carmín y una mueca asustada.
Tenía once años y jamás había sonreído. Ni una sola vez.
Once años y apenas podía estar cerca de alguien sin temblar de miedo.
Porque con su afán de destruir la sociedad de héroes, Kai la destruyó una y otra vez. La rompió, obligándola a tener un temor ciego hacia él, cumpliendo todo lo que le pedía.
En ese entonces, yo solía pensar distinto. Eri me daba igual. No me interesaba en lo más mínimo. Yo solo cumplía con mi papel secundario en esta vida.
Hasta que me enteré de algo en lo que nos parecíamos mucho.
Su madre la abandonó.
Y mi madre me abandonó.
En mi plano mental, ambos estábamos en el mismo lugar.
Supongo que eso me removió el corazón.
Me di cuenta de que todavía me quedaba corazón.
Y es por eso que necesito verla. Necesito saber que ahora esté bien.
Saber que estos héroes patéticos no la van a contaminar con sus ideales estúpidos que nada vale cuando son tan hipócritas.
Entonces, cuando la veo correr por el pasillo, yendo en dirección a mi, sin darme cuenta, me detengo en seco. Ella hace lo mismo.
Se ve más grande. Dos años más grande.
Y sé que está bien, porque a pesar de todo, tiene el brillo que creí perdido en sus ojos.
—Eri —susurré.
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Incorrecto (Katsudeku)
FanfictionEl héroe profesional Dynamigth, conocido en sus días de academia como Katsuki Bakugo, fue asignado a la misión secreta de atrapar al villano que más problemas ha causado dentro de la zona. Pero... ¡El villano era mucho más guapo de lo que habían dic...