Capítulo 5

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Katsuki

Está sentado en el suelo, apoyando su espalda en la pared amarillenta y con rostro de que me estaba esperando.

Al notar mi presencia, sonríe.

—Hola, Kacchan —saluda, ladeando su cabeza al mismo tiempo que alza una de sus manos—. ¿Viniste a mi casa? ¿No crees que es muy rápido para nuestra relación? Me gustaría invitarte un café antes de enseñarte donde vivo.

¡NO TE SONROJ...! ¡Maldito, no me haces caso nunca! ¡Se suponía que veníamos con la voluntad inquebrantable de atraparlo y ahora estás imaginando todas las situaciones posibles en las que saldrían juntos!

NO ES COMO SI QUIERA SONROJARME A PROPÓSITO, CONCIENCIA DE MIERDA.

—Cada vez que te veo dices una sarta de estupideces —digo, extendiendo mi mano hacia él. La explosión debería estar lista. Solo tengo que hacerlo.

Pero si sonríe de esa jodida forma solo tengo ganas de sentarme a su lado y escucharlo hablar de la mierda que sea. Maldito. Este sentimiento cursi asqueroso no es propio de mi.

Quizá deba explotarme la cara para entrar en acción.

—Perdona, te investigué un poco —habla, sonriendo. Mi mano sigue lista a centímetros de su rostro—. Katsuki Bakugo. Trabajas en la agencia de Endeavor, ¿no? Junto con Shoto, Chargebolt, Froppy, Uravity y Red Riot. Casi toda tu generación presentó solicitud en la agencia de ese héroe patético. Y sólo diez de ustedes fueron aceptados. Siete quedaron en la agencia. Los otros tres se fueron a una distinta.

¿Qué mierda? ¿Este tipo es un maldito acosador?

—Y, ahora te asignaron mi caso —volvió a hablar. El muy maldito sabe lo que hace con esa patética sonrisa. Lo odio. Que se muera—. "Deku, el villano que causó disturbios en las afueras de Musutafu y provocó la muerte de siete personas en sólo unas horas".

—¿Esa mierda no te da arrepentimientos? —pregunto. Involuntariamente bajo mi mano. La verdad es que tengo ganas de saber por qué hace esto.

Qué pasó para que él, que tiene un rostro de ternura infinita y no se ve como alguien que pudiera hacer daño alguno, terminara así.

Qué mierda pasó para que no usara su don para algo bueno.

—No, Kacchan.

Y la sonrisa decayó.

Ese cambio de expresión provocó que quisiera tomarlo y obligarlo a reírse por siempre. Una mierda, porque si lo atrapo, dudo que quiera reir.

—Al parecer no leíste mi expediente —murmura. Desde mi altura solo puedo ver a un tipo que me mira sin ninguna expresión de alegría. Solo tristeza—. Te propongo un trato, héroe.

¿Ah?

—Tú dejas de perseguirme, y a cambio te doy información importante sobre la Liga —condiciona.

¿Dejar su persecución a cambio de información?

Podría ser una trampa.

O algo para salvar su pellejo.

—No sé si aceptarás —se levanta. Ni siquiera de pie llega a mi altura—, pero no puedo dejar que me atrapes, ¿lo entiendes? Antes de eso tengo que hacer un par de cosas. Unas cuantas venganzas, otras tantas personas heridas. Por eso te ofrezco información.

—Traicionar a tus compañeros —farfullo, frunciendo el ceño—. Que bajo caes por salvarte.

—No son mis compañeros. Ni siquiera aliados. Me quieren con ellos solo porque tengo una ventaja que ls sirve. Y no seré arma de nadie. No hasta conseguir lo que yo quiero. No me interesa frustrar sus planes.

¿Qué demonios es lo que tiene que hacer y por qué mierda estoy considerando no atraparlo?

Las palabras salen de mi boca sin que pueda detenerlas.

—Es un trato —suelto. Él vuelve a sonreír—. Pero quiero ese café que dijiste. No es de un caballero negarse a una invitación.

Y entonces veo la mierda más hermosa.

Ese Deku maldito me observa sorprendido, sonrojado y se aleja tres pasos de mi.

—¿Q-Qué? —y tartamudeando.

Oh, ¿no se la esperaba?

—¿Qué pasa, Deku? —No puedo evitar mi sonrisa engreída. Me acerco y pongo una mano en la pared, dejándolo sin escapatoria. El rojo inunda completamente su rostro. Es la maldita primera vez que lo veo tan nervioso. Me gusta—. ¿No estabas muy coqueto y descarado durante todas las conversaciones que tuvimos?

—¡K-Kacchan! ¡¿Q-Qué dices?! —chilla intentando escaparse. Tomo su cintura con mi otra mano—. ¡Aléjate! ¡Se suponía que me ibas a dejar de perseguir!

Es tan lindo.

Quiero verlo sonrojado siempre.

—Como héroe te voy a dejar en paz. —Acerco mis labios a su oreja—. Nadie dijo que lo haría como hombre. Tú empezaste esto. Toma la responsabilidad.

Vuelvo a mirarlo.

Esos labios.

Los quiero para mi.

Ese cuerpo.

Será jodidamente mío.

A este juego coqueto podemos jugar los dos.

Y yo nunca pierdo.

Incorrecto (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora