Incorrecto (Katsudeku)

Epílogo

Katsuki

Juro que nunca había visto al presidente de la comisión tan furioso como en estas dos semanas.

En parte, lo entiendo. Quiere que todo salga según al plan, que sea una constante segura, que la ecuación siga como siempre en esta sociedad.

Pero ahí está Deku, siendo una variable, llevando a preguntarse, ¿qué hará?, ¿va a seguir las reglas?, ¿va a cumplir con todo lo que le piden?, ¿va a cooperar? 

Y luego se llega a la simple respuesta: No.

Eso lo enferma de ira. 

Sabe que no lo puede controlar, porque él ya vio todo lo asqueroso de la sociedad.

Porque Deku estuvo en lo más profundo. Con palabras bonitas no va a cambiar su forma de pensar.

Entonces, al tener tal variable inexacta, no le queda más que esperar que cumpla las reglas. 

Esperar.

Es claro que el inquilino que ahora vive conmigo hace sus propias reglas, ¿no? 

Es un fracaso intentar querer que Deku haga con exactitud todo lo que la comisión le pide.

Si no quiere, no lo hará.

Si quiere matar a alguien porque le parece lo suficientemente escoria, lo hará, mintiendo o poniendo alguna situación como excusa inocente.

¿Qué tanto podría llegar a esperar de él? 

Como si alguna vez hubiera sido obediente.

Como si alguna vez hiciera al pie de la letra lo que se le ordena.

Sonrío ante todo esto. 

Me parece jodidamente bien que haga la mierda que quiera, si al final del día vuelve conmigo.

Al carajo la comisión. 

Al carajo todo.

Me importa poco si sigue teniendo pensamientos diferentes a los míos. Principios e ideales que yo no podría plantearme. ¿Qué mierda tiene de emocionante tener a tu lado una persona similar en pensamientos? No es divertido. Y es frustrante que haya personas que crean que voy a intentar cambiarlo y todo eso.

Ni mil palabras mías podrían contrarrestar los millones de pensamientos y manifestaciones mentales de su clara opinión. 

Me interesé por él de esa forma. Con esa actitud. Con ese desafío. Con ese jodido reto en sus ojos.

Así me gusta, maldita sea. 

Que siga así por el resto de su vida.

Para perseguirlo por siempre, porque el muy maldito sigue sin dejarse atrapar.

Acomodo los cubiertos y muevo un poco las velas.

Termino frunciendo el ceño. Esto no se ve perfecto.

Cambio el lugar de los cubiertos y el arreglo floral patético que compré.  A Deku le gustan las dalias.