Capítulo 16

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Katsuki

La dejé ir.

A una niña.

Sola.

La dejé ir por mi maldito corazón.

¿Cómo mierda pasó esto?

—La Liga robó archivos importantes sobre los estudiantes de la academia —hablaba Nezu, no con su respectiva sonrisa de siempre. Carajo, nadie está feliz—. No sabemos que pasa, qué quieren hacer ni qué pretenden, pero sí sabemos que el villano Deku ya está en ella. Y por si fuera poco, tienen a Eri, quien puede rebobinar. Si lo que decía era cierto, podrían seguir con el plan de Overhaul con esas balas que borran particularidades. Eso sería algo muy malo para la sociedad de héroes.

—¿Himiko Toga no ha dicho nada? —pregunta Endeavor—. Fue difícil capturarla, pero dudo que sea muy difícil hacerla hablar si se usan las formas adecuadas.

—En realidad, dijo que no diría nada si no hablaba con Katsuki Bakugo antes —es la voz de Aisawa—. Por lo tanto, le daremos lo que quiere. Quizá sepa algo de donde se llevó Deku a Eri. La obligaremos a hablar. No importa qué. Vamos, Katsuki.

Me levanto, ante la mirada de la gran cantidad de héroes que hay en esa oficina. 

Si a alguno de ellos le hubieran asignado la misión de atrapar a Deku, probablemente esto no estaría pasando.

Ninguno se hubiera dejado llevar por su encanto.

Nadie más que yo y mi traicionero y maldito corazón.

Salimos de la oficina. Aisawa no dice nada. 

Está preocupado.

No sabe qué pasó con Eri.

La ha cuidado por casi tres años. Es como su hija. 

Y yo dejé que secuestraran a su hija.

También permití que me rompieran el corazón.

Por primera vez en mi vida, me siento vulnerable ante las palabras de una persona. Ante las palabras de Deku. 

Porque fue una maldita mentira, y debí suponerlo. 

Es un maldito villano.

Haría cualquier cosa para salvarse a si mismo.

—Oblígala a que te diga cualquier cosa —habla Aisawa, deteniéndonos enfrente de una puerta metálica—. Lo que sea.

—Es claro que esa mierda haré —respondo, abriendo la puerta. Dentro esta ella, sentada en el suelo. Unas esposas cubren sus muñecas, en cadenas que se unen para llegar en largura hasta la pared, desde donde se mantienen incrustadas. Tiene sangre recorriendo toda su ropa. Su rostro también está empapado de ella.

Está hecha un asco.

Los dos héroes a su lado se alejan para dejarme hablar a solas. Sus ojos se posan en mi y esboza una sonrisita, mostrando sus dientes llenos de sangre.

—¿Qué mierda quieres hablar conmigo, jodida loca? 

—Katsuki Bakugo —dice, relamiendo sus labios—. No atrapaste a Izuku. Eso debe ser fuerte, ¿no? Que no cumplas con lo que se te pide . Que un villano te haga sentir como te sientes. De verdad eres igual a esos héroes hipócritas.

—Maldita perra, ¿qué mierda quieres? —suelto, ya malditamente harto. No quiero seguir escuchando sobre ese hijo de puta—. De aquí no vas a salir. Por más mierdas que digas. No hasta que me digas donde está Eri, y aún así, te enviaremos jodidamente lejos para que te pudras en la puta prisión por tus crímenes.

—Cuando entiendes muchas cosas, dejas de pensar de forma cerrada, ¿sabes? —murmura. La sonrisa abandona su rostro y ahora solo se ve seriedad. Y odio. Sus ojos transmiten odio—. Tener que vivir en está patética sociedad donde a los héroes se les hacen ver como dioses, es ridículo. Están llenos de hipocresía. Héroes que salvan personas y son peor que escoria. Héroes que ayudan a restaurar familias y las suyas están destruidas. Héroes que quieren salvar al mundo a cambio de dinero. Héroes estúpidos. Estándares estúpidos. ¡Todos ustedes están mal! ¡Todos son patéticos! ¡Todos deberían desaparecer! —Suelta una carcajada, que no tiene una pizca de alegría o diversión—. Pero tú eres el peor de todos. Porque finges que todo va bien e Izuku te hizo caer en su trampa efectiva de amor fingido. Ni siquiera pudiste atraparlo al final. ¿Qué dirían tus amigos? ¿Tus ídolos? Te condenarían, Katsuki Bakugo. A nadie le importaría qué siente tu corazón o como esos sentimientos son reales. Te rebajarían. Horriblemente. Tal vez eso sea necesario para romper esta sociedad de héroes. Romperlos a cada uno. Destruirlos. Con cosas humanas. Porque ustedes no son dioses. Son unos malditos humanos podridos. Al igual que yo. Todos somos asquerosos.

—Di lo que quieras —farfullo, ya sin importarme una mierda lo que diga. No me interesa que sepan lo que pasó con Deku. No me interesa. Porque me voy a redimir atrapándolo, y de verdad—. Nada de eso importa.

—Deika. 

—¿Qué?

—Izuku estará en Deika. Con la niñita —responde, bajando su cabeza—. No creas que traicionaría a mi único amigo real así como así. Ve solo. No intentes atraparlo. No hagas nada. Solo míralo. Ve a ver qué hará con esa niña. No le hará daño. —Suspira apesadumbrada—. Izuku es de todo, menos un villano.

¿Qué mierda está diciendo esta perra loca?

—Tú no lo entiendes. —Alzó su mirada—. Él es un anti-héroe.

Incorrecto (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora