Harry leyó páginas y páginas del diario, seguía en el primer año de Julieth, y no podía creer las cosas que los Slytherin le hicieron por haberse enfrentado al padre de Draco (y también por ser ''una traidora de la sangre''); maldiciones, bombas fétidas, pociones explosivas, notas falsas de profesores que la hacían terminar en lugares peligrosos del castillo, y muchas cosas más.
Nunca dijo una palabra a nadie, solo lo contaba en su diario, ni siquiera James estaba al tanto de todas las cosas que le hacían. Se aguantó todo sola. Si él estaba cansado de leerlo, no podía imaginarse como ella se sentiría, cualquiera se volvería un villano con ese backstory.
Notó que había muy pocos dibujos y su letra había desmejorado bastante, comenzó a tachar cosas sin cuidado y hasta encontró marcas de lágrimas en las hojas.
Llegó al 15 de enero de 1972, ya habían pasado las vacaciones de navidad, pero todavía había nieve (según lo que ella contó en el día anterior). Aquella nueva página estaba completamente tachada, arrugada y hasta le faltaba un pedazo. Julieth no era así, no antes de Malfoy y las serpientes, solo Hermione tenía los cuadernos tan prolijos como ese diario.
Era imposible leer lo que ella había intentado borrar, en la página siguiente, se encontró de nuevo con la fecha del 15 de enero, pero estaba en blanco. No, no del todo, un remolino medio plateado apareció en el centro; era un recuerdo. Levantó el dedo índice, con algo de duda, lo fue acercando hasta que el diario lo absorbió por completo, al igual que el diario de Tom Riddle.
Lo que era oscuridad absoluta se fue pintando de color blanco, la nieve; Harry reconoció que se encontraba en los terrenos del colegio. Todo estaba cubierto de nieve, y el lago congelado.
Alguien patinaba en el lago, la reconoció, era Julie.
Unas voces lo hicieron girar sobre el lugar, un grupo de estudiantes de Hufflepuff lo atravesaron; hablaban animadamente y reían. Después de ver a McGonagall junto a otra agrupación de gente, asumió que se dirigían a Hogsmeade.
— ¡Pretificus Totalus! —escuchó una voz masculina, que lo puso en alerta.
Lucius Malfoy, seguido de cinco Slytherin de diferentes edades, acababa de congelar a Julieth. Harry miró hacia todos lados, asustado, no había nadie cerca. Las seis serpientes se reían a carcajadas, Harry se confundió al darse cuenta de que de repente sabía todos los nombres; Lucius Malfoy, Evan Rosier, Regulus Black, Avery, Mulciber y Severus Snape.
Le hervía la sangre de la furia, y aún más sabiendo que lo único que podía hacer era mirar como maltrataban a su tía. Se acercó más a ella, todo lo que pudo, la traspasó con sus manos en un intento desesperado; su nariz estaba roja del frío y las lágrimas cayendo por sus mejillas se habían comenzado a cristalizar; estaba desabrigada.
— ¿Esos son tus abrigos, Traidora? No creo que los necesites, digo, no podrás ponértelos —dijo Evan tomando su bufanda, la campera de piel y su túnica de Ravenclaw. Los demás rieron.
— Ay, Potter Inmunda. No debes dejar tu varita desprotegida, ¿cuándo aprenderás a ser una buena bruja? —habló Malfoy levantándola del suelo, la varita de Julieth estaba junto a sus pertenencias, que los Slytherin parecían estar robando— ¿Qué deberíamos hacer contigo, Traidora?
— Puedes empezar por romper su varita —sugirió Mulciber riendo. Malfoy hizo unas muecas pensativas. Negó después de meditarlo por unos segundos, levantó su brazo y arrojó la varita al bosque.
— ¿De qué te sirve ahora ser lista, eh, Traidora? ¿Ravenclaw y el sombrero seleccionador te salvarán?
— Creo que dice que quiere nadar —dijo Evan. Malfoy rio.
— Qué valiente... ¿Nadar con este frío, Traidora? Tus deseos son ordenes —dijo Lucius levantando su varita y apuntando. Regulus y Snape lo miraron espantados, pero no hicieron nada para detenerlo. Las lágrimas seguían cayendo de los ojos de Julieth— ¡Confringo!
El suelo debajo de Julie se hizo trizas y su cuerpo se sumergió en el agua helada sin poder luchar. Harry escuchó un grito; giró y vio a Regulus Black correr hacia el castillo. «Gallina» Los Slytherin se fueron corriendo, dejando todas las pertenencias de Julieth ahí y riendo alto. Harry miraba el reloj del castillo con nervios, ella seguía petrificada bajo el agua y nadie venía, no había gente cerca. Hasta que por las escaleras del castillo vio dos cabelleras negras, Regulus y Sirius, los hermanos Black.
— ¡Te dije que llames a un profesor, maldito idiota! ¡Deja de seguirme! —gritaba Sirius, entre otros insultos, medio agitado— ¡Vete, Regulus! ¡YA!
Al llegar al lago, tomó aire y asintió para sí mismo, sacándose el abrigo y las zapatillas. Corrió hasta el agujero y se sumergió. «Cómo alguien que traiciona a su mejor amigo, arriesga la vida por la hermana de este» pensó Harry, acercándose aún más, viéndolo desaparecer en la profundidad.
De pronto, todo volvió a perder color para Harry, y de nuevo, luz. De a poco, las imágenes se volvían más claras y escuchaba voces que decían cosas que parecían incoherentes, se dio cuenta de que estaba en la enfermería del colegio. Julieth acababa de abrir los ojos, estaba en una camilla.
— ¡Oh, querida! Estás despierta —dijo Madame Pomfrey acercándose.
— ¿Qué...?
— Estabas patinando en el lago negro y el hielo se rompió —negó decepcionada. Julieth y Harry estaban igual de confundidos, faltaba algo de información en aquella historia—. Tuviste mucha suerte de que te hubieran visto, porque si no... —tomó aire e hizo muecas— Lo importante es que estás bien, Sirius y Regulus Black te ayudaron, buenos amigos tienes... Debes descansar, te veo un poco perdida.
— Regu...
— Oh, y Black dejó esto para ti cuando vino a visitarte y a preguntar cómo estabas —agregó, dejando la varita de Julieth en la mesa—. Descansa, iré a finalizar tu parte médico. Si necesitas algo, llama.
De nuevo, todo se tiñó de negro. Harry comenzó a escuchar otras voces lejanas, que se acercaban junto a las imágenes. Había vuelto a su sala común y sus amigos lo miraban fijo, hasta Crookshanks maullaba apoyado en sus piernas, lo arañaba.
— ¿Qué te pasó, bro? Parecías hipnotizado —murmuró Ron con sus cejas altas.
— Creo... Me metí a un recuerdo de Julieth. Fue horrible... —contó sin mirarlos.
Regulus había mentido sobre lo que pasó en el lago, pero por otra parte, no dejó que se muera.
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El diario de J. Potter » Sirius & Regulus Black
Fanfiction☠︎︎𝐋𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐚𝐢𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐦𝐨𝐬. Sirius Black ⚠︎ Regulus Black