Capítulo 14: Pociones - Clase 2

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''20 de septiembre de 1977:

El plan se me salió de las manos, un poco, sin embargo, no me arrepiento. Regulus Black terminó en la enfermería, como yo tantas veces. Pero lo logré, dejará de fastidiar (al menos en las clases de pociones). Aunque me gané una discusión sobre moral con James, luego de que Sirius le contara lo que hice, porque sí, me descubrió.

Hablando de Sirius... en un ataqué de adrenalina, terminé invitándolo al baile de navidad del Club Slug con una excusa terrible. De eso si me arrepiento, no dejó de pensar en aquel momento y no puedo evitar ponerme roja de la vergüenza. Sirius no respondió, solo sonrió.

Algo me dice que fue su manera de decir que NO sin herirme, un poco lo hizo, digo... ¡qué vergüenza! Ojalá nunca lo hubiera hecho. ''

|FLASHBACK|

Julie llegó a las mazmorras minutos antes de que la clase comenzara, tenía todo preparado para llevar a cabo su plan de desquite contra Regulus Black. Ya casi todos esperaban para pasar al salón; Regulus estaba junto a un grupo de Slytherin, pero no les prestaba atención, leía apoyado contra la pared.  

Para saludarla, James le pellizco el brazo, sonriente, mientras que Remus y Sirius lo hicieron con un beso en la mejilla.

— ¿Qué tienes ahí? —preguntó Sirius, metiendo una de sus manos hasta detrás de la oreja de Julieth, erizándole todos los vellos con el roce de sus manos frías, pero suaves— ¡Es un sickle! 

Julieth rio alto, mirando a Remus y James en busca de respuestas, mientras Sirius sonreía orgulloso por su truco.

— Practica magia muggle —comentó Lupin con gracia—. Lo aprendió de Smith, de hufflepuff... Si tan solo prestaras la misma atención en las clases.   

Sirius lo calló, poniéndole uno de sus dedos en la boca. 

— ¿Quieres ver otra cosa, Juls? —hizo un juego con sus cejas, ella asintió curiosa— Tienes que prestar atención. 

Le mostró las manos vacías, luego las cerró y le pidió que soplara; Julieth rio más alto, llamando la atención de muchos en el pasillo, incluso se escuchó un queja que decía algo como que ''no podía concentrar su lectura con tan ruidoso y molesto sonido''. 

Sirius abrió su mano derecha, en la cual ahora tenía otro sickle. Julie no dijo nada para no romper la ilusión, pero se había dado cuenta de que la tenía en su manga. Ella, medio tonta, se quedó perdida en su sonrisa.  Por un momento, había olvidado que tenía un plan entre manos.  

— ¡POTTER! —gritó Regulus Black, parándose de repente, dejando caer el banco al suelo y parte del liquido que estaba en el caldero. Ella sonrió, estando de espaldas a la clase— ¿¡Qué hiciste, traidora inmunda!?

Julieth giró, negando. James se levantó del asiento, mirándolo amenazante y contestando alto:

— ¿Quieres que te calme? No le grites a mi hermana, pedazo de... 

Regulus, que le mantenía la vista, sin importar que la poción fallida estuviera quemando su piel y haciendo agujeros en su túnica, interrumpió:

— Podría hacerlo, si tu hermana asquerosa dejara de fastidiar. Párate y vacía tus bolsillos —le ordenó a ella en tono severo—. Muéstrame lo que tienes ahí. Ya verás cuando vuelva Slughorn. ¡Que te pares!

Se acercó y la agarró del brazo con fuerza, logrando que se levante; ella se quejó alto. Segundos después, James y Sirius estaban detrás de Julieth discutiendo azorados con Regulus y otros Slytherin.

El diario de J. Potter » Sirius & Regulus BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora