Nota: es un capítulo con muchos cortes de diálogos porque solo dejé las partes que me servían para mi historia, pero si quieren leerlo completo e imaginarlo todo sumando las partes mías, les dejo el capítulo que use:
- Capítulo 17 de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban -
Scabbers estaba aterrorizada. Intentaba escaparse de las manos de Ron. Crookshanks se acercaba a ellos con sigilo, con la cabeza fija en las manos del colorado.
— ¡Crooks, no! ¡Vete! —chilló Hermione.
Fue tarde, la rata se escapó de las manos de Ron Weasley y huyó a gran velocidad, mientras que el gato canela se decidió a perseguirla y con el objetivo de atraparla, al igual que Ron, adentrándose en la oscuridad. Harry y Hermione corrieron tras su amigo, quitándose la capa de invisibilidad.
Ron se tiró al suelo, capturando a su rata, y guardándola nuevamente en su bolsillo. Antes de poder cubrirse e irse de allí, escucharon unos pasos. Algo se les acercaba, algo enorme.
Se trataba de un perro. De ese perro.
El can derribó a Harry y se llevó a Ron; lo arrastró hasta el sauce boxeador y quería meterlo por un hueco que había entre las raíces. Harry y Hermione querían ayudarlo, pero recibían golpe tras golpe del sauce, que los obligaba a retroceder. Con una de sus piernas rotas, Ron, finalmente perdió su batalla y el gran perro logró llevárselo.
— ¡Socorro! —gritaba Hermione— ¡Por favor!
Crookshanks salió otra vez de la nada. Deslizándose entre las ramas y, de alguna manera, logrando que el árbol se quedara quieto en su lugar.
— ¡CROOKS! —chilló ella, y tomó a Harry del brazo— ¿Cómo lo sabía...?
— Es amigo del perro. Los vi juntos... Vamos, y mantén la varita preparada.
Ambos siguieron al gato por aquel túnel, gateando. Harry se dio cuenta que era tan largo como el que iba a Honeydukes. Siguieron así hasta que después de una elevación no vieron más a Crookshanks; a un metro de ellos, distinguían una luz tenue.
Acabaron en una habitación desordenada, con muebles destruidos y todas las ventanas tapadas.
— Creo... Creo que es la casa de los gritos.
Oyeron ruidos en el piso de arriba, y con todo el sigilo del mundo, allí se dirigieron. Escucharon algunos gemidos de dolor, que asumieron, provenían de Ron. Patearon la puerta con las varitas arriba, listos para atacar.
Crookshanks estaba acostado sobre una gran cama, y en el suelo, a su lado, se encontraba Ron sujetando su pierna rota con fuerza. Harry y Hermione se apresuraron a socorrerlo.
— ¿Dónde está el perro?
— No hay perro. Harry, es una trampa —advirtió asustado—. Es un animago, el perro es un animago.
El hombre, oculto en las sombras, cerró la puerta.
Era Sirius Black, y no precisamente el de los recuerdos de Julieth, este tenía el pelo largo y sucio; su cara parecía una calavera y sus ropas estaban harapientas. De un movimiento, con la varita de Ron, Sirius, dejó a Hermione y Harry desarmados.
— Viniste por tu amigo —le sonrió—. Tu padre hubiera hecho lo mismo por mí...
Harry sintió las burlas de Sirius como puñales e intentó defenderse, sus amigos se pusieron delante de Harry; formando un escudo para que no cometiera locuras.
— Tendrá que matarnos a los tres.
— Solo habrá un asesinato esta noche.
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El diario de J. Potter » Sirius & Regulus Black
Fanfiction☠︎︎𝐋𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐚𝐢𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐦𝐨𝐬. Sirius Black ⚠︎ Regulus Black