CAP XXIII

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La depresión como trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Esto también puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en la vida diaria.

Las primeras cinco horas fue imposible hacer que el Omega soltara a sus hijos. Se mantuvieron en esa posición todas esas horas; al final fueron estos los que le convencieron para que se diera un baño. No le importó que sus hijos le vieran desnudo, el era como un cuerpo sin vida que se movía por que si.

La sorpresa llegó dos días despues cuando no se percibía ningún olor en el. Ya había sido revisado por Baltazar. Su condición era la de siempre, solo que no lloraba y en las noches se transformaba en un lobo plateado como la luna. No dormía en cama, el nido se había vuelto el único lugar donde podía mantenerse estable.

Sus hijos no se movían de su lado, las veinticuatro horas estaban con él. Se habían vuelto tan sobreprotectores con su papá que no permitían casi que nadie se le acercara, y eso también iba para los alfas, sus padres. Gerard y su hermano sabían que no podían contra sus padres en una pelea, pero si era de enfrentarlos lo harían, se le plantabam firmes, unque ya no es tenían el respeto que antes tenían hacia ellos, y los ignoraban siempre y cuando no tratarán de llegar al Omega.

Decir que los alfas estaban bien sería mentir. Nadie estaba bien en la manada. Enterarse de la condición del Omega y la perdida de otro embarazo doble les devastó.

Christian y Adrián esas dos noches no pudieron conciliar el sueño. Ver a Edward tan deprimido,  deprimia a sus alfas también, y saber que por culpa de ellos, por culpa de sus altercados han perdido las dos pequeñas criaturas que su pareja esperaba. Lo quieren cerca pero sus hijos no se lo permiten y no quieren formar otro pleito con ellos. Son fuertes pero en esos momentos sus fuerzas no le alcanzan para combatir ni a pequeños alfas. Si fuera por ellos, ya se habrían quitado la vida. No lo protegieron, por segunda vez; pero no pueden hacerle eso al Omega que moriría con ellos al romper el lazo.

La oscuridad en las habitaciones que antes fueron suyas les ahoga. El silencio les carcome y la nada pesaba en el espacio. Nadie sube a sus alcobas porque están enojados con ellos. Sus padres casi les dan la paliza de sus vidas y sus madres solo podían lloran mientras retenían a sus maridos pidiéndoles que se calmaran.

Un alfa no es alfa si no cuida a sus seres más preciados, un alfa no es alfa si no piensa en las malditas consecuencias que traerán cada una de sus acciones. Y un alfa que no cumpla con lo anterior no puede ser el alfa de la manada que nuestros antepasados con tanto esfuerzo formaron.

Esas fueron las palabras de su padre. Se lamentaba haber sido una idiota, y por no cuidar a quien se le fue dado.

Igual que Christian, Adrián también fue removido de su cargo. Los dos puestos serán ocupados por sus hermanos, quienes serian instruidos de sus padre hasta alcanzar lo que se necesita en cada puesto.

Y como el tiempo nunca se detienes, los siguientes dos meses transcurrieron con normalidad. Bueno... No tanta normalidad; ha sucedido cosas buenas y no tan buenas.

Un Omega sin olor, deprimido y al que no le llega el celo es una de las situaciones que preocupa a todos. La que antes fue considerada la familia que todos codiciaban tener, ahora era una familia rota por una nobada causado por sus alfas. Dos alfas de 12 años que tuvieron que crecer rápido mentalmente para poder hacerse cargo de su padre. Este Omega, de a poco recuperando la cordura, y hace lo que cotidianamente antes hacia. Solo que el brillo en sus ojos no está, no es ese hombre alegre, no tiene las mismas energías, un Omega que se desvive por el bienestar de sus hijos que son quienes han estado con él y le ayudaron a salir de ese estanque de emociones en el que se encontrará sumergido.

---- Pa' ---- Grito Gerard desde la cocina. Era raro ver a un alfa en ese lugar de la casa, comúnmente los alfas son enemigo de la cocina por así decirlo.

El Omega bajo las gradas y entro a la cocina.

---- Que intentabas hacer ahora ---- Ya se había acostumbrado a los desórdenes en la cocina que él hacia. Resulta que a Gerard le había dado por aprender a cocinar, y como ese es una de las cosas que más le gusta hacer a Edward, no le vio problema en enseñarle. Ha aprendido algunas recetas ya, pero siempre deja estragos en la cocina.

Contrario a este. Su "pequeño" Andres n ha optado por tomar otro de los gustos que tiene el Omega; el gusto por la siembra. Es tan así que ha tomado una parte de la tierra al lado de la casa y ha plantado todo tipo de cosas.

---- Te olvidarás del desorden cuando los pruebes ---- Sentenció haciendo una mueca cuando señaló con la boca el desorden. El Omega Carcajeo por las locuras de su pequeño.

---- Sabes ---- Espeto acercándose ---- Por una parte me agrada ser quien te da el visto bueno. ---- Llegó a él y lo atrajo hacia su cuerpo.

---- Prueba, Prueba, Prueba ---- Repetía emocionado.

Edward se acercó viendo las croquetas de buen aspecto. Tomo una y la probó, degusto saboreando cada ingrediente para poder decir luego si le faltó más o menos de alguno y así sacar el equilibrio que la masa requería.

---- Están ricas ----

---- Pero... ---- El Omega volvió a sonreír. Siempre tenía un pero para cada receta.

---- La receta está vez no tiene ningún pero. ---- Señaló terminando de comer la que había empezado. ---- Tienes un 9.99 de 10. ---- Sonrío al ver la cara que puso su hijo.

---- Nunca obtendré un 10 de 10 de tu parte ¿Verdad? ----

---- Lo pensaré. Pero ese 0.01 que le quite es por el reguero que ha hecho jovencito. Un cocinero no lo es, si no... ---- Dejo ahí la frase para que el menor la completará.

---- Mantiene su lugar de trabajo impecable.

---- Exacto ---- Escucharon la voz de Andrea en a entrada de la cocina. ---- ¿Acaso este fue el campo de batalla de alguna riña? ---- Entro e iba a tomar una croqueta bajo la atenta mirada de los dos. Pero un golpe en estás no se lo permitió.

---- Que he dicho de las manos antes de comer ---- Regaño haciendo que esté camine al fregadero y se lave las manos. Se las señala a su papá y cuando esté asiente toma la croqueta y la lleva a la boca. ---- Y no te preocupes que está vez en el "campo de batalla" hubieron menos estragos que muchas otras veces. Además, está vez ustedes lo limpiarán.

---- ¿Que? ---- Eso sonó como un coro, los dos siguieron a papá que camino fuera del espacio. ---- Pero si el fue que desordeno ---- Se quejó Andrés.

---- Pero ustedes son tan unidos que pueden con eso, es pan comido en sus manos ----

---- Papá ---- Se quejaron de nuevo al unisono alargando la última vocal.

---- No. Siempre tengo que ser yo quien deshaga los estragos que hace Gerard en la cocina, y tú Andrés en el huerto. Si dejo que lo hagan, es para que vean que tan difícil es y tengan experiencias para que no vuelvan a hacerlo. ---- Se sentó en el sofá y cruzado de brazos los miro. No podía enojarse con ellos. ---- Si la dejan tan limpia como estaba, prometo hacerles algo nuevo y delicioso para cenar.

---- ¿Lo prometes? ---- Desde que pasó lo que pasó el Omega no preparaba muevas recetas, su gusto por la cocina seguía, pero no le daba por preparar nuevas porque él lo hacía, para consentir a sus alfas.

---- Lo prometo ---- Solo dijo eso y los dos desaparecieron de su vista. De algo estaba seguro. Encontraría cuando volviera a ingresar ahí muchas cosas donde no iban, Necesitaban de sus manos para que la cocina quedará bien, sus desordenados hijos parecían no tener ojo para el perfecto orden.












Espero les guste.

MIS DOS ALFAS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora