CAP I

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Pov Narrador

No era solo Adrian quien se sentía impotente por no tener aún a su pareja destinada, Christian también se sentía igual. Muchas veces le han preguntado a la diosa luna el porque de su situación, el porque de ello que estaba padando; e incluso algunas veces llegaban a pensar que quizá la madre luna se olvidó de ellos a la hora de seleccionar a las parejas destinadas.

Saben que su pareja destinada aún no ha llegado a su etapa de madurez ya que ellos no tienen indicios de que una marca quiera aparecer, al menos les consolarla saber dónde está, tenerlo/a con ellos pero no pueden.

Era un día de trabajo y los dos hombres de hallaban en sus respectivas actividades. Adrian entrenando a la manada, y Christian encargando de las demás cosas concerniente a la manada como la actividades económicas, pero sobre todo los problemas de convivencia que tenían entre la misma comunidad, así como con la manadas vecinas. De ellos dos dependía prácticamente el equilibrio de su gente. Es que era una manada grande la de la cual tienen que mantener pendientes.

Desde pequeño fueron amigos, una amistad la cual muchos podrían llegar a mal interpretar, solo los que no entienden que son y se tratan como hermanos.

-- Christian -- llamo el pelinegro desde el otro lado de la puerta de la oficina en la cual se encontraba el rizado. -- ¿Puedo pasar? -- pregunto.

-- Dale, pasa -- respondió, y el otro no espero a que dijera más; giro la perilla adentrándose en la habitación -- ¿Ocurre algo? -- Pregunto levantándose y camindo hasta mini-bar que ahí había,  vertió en dos vasos diferentes el licor no sin antes haber puesto hielo.

-- No hermano, todo está bien. Bueno en lo que respeta a las cosas que manejo -- río bajo y agarró el vaso que el mayor le ofreció. -- Vengo a pedirte el mismo favor se siempre -- Chris ya sabía a qué se refería así que solo sintió -- ¿No quieres acompañarme?, Digo, así tendríamos quizá más posibilidad si nos ayudamos mutuamente -- Hubo unos segundos de silencio, luego se escuchó un suspiro por parte del de ojos negro el cuál volvió a sentarse, soltó otro suspiro y hablo.

-- Claro que quiero ir, pero esta noche no puedo -- Su amigo lo vio masajearme la cien y el puente de la nariz -- Tengo una reunión con el líder de los ancianos, esos viejos ya me están colmando la paciencia y siento que en cualquier momento estallaré. ¿No te sientes igual? Nosé, más estresado y cansado de lo habitual. -- Miro a su amigo tragar el líquido que había con anterioridad depositado en su boca y luego también suspirar. Los dos rieron por sus comportamientos.

-- Eso me tiene un poco preocupado ¿sabes?. Lo he notado hace unos días. Durante el entrenamiento he tenido que hacer pausas porque en serio no soporto el cansancio -- Ad (abreviatura de Adrián) hizo un además y se levantó para vacío más licor en el baso vacío. Y tomo la mitad del mismo -- Aveces le preguntó a la luna el porque de nuestra situación. -- Mensionó recordando esos momentos -- La mayoría de las personas encuentran a sus mates unos años después de cumplir la mayorita de edad. Y nosotros estamos por cumplir los treinta y seguimos sin hallarlas o conocerlos. -- Hizo una pausa y tomo el resto del líquido presente en el baso para después dejarlo en la mesa. -- Es más, ¿sabes que?; hoy no iré a buscar, me quedaré a recuperar fuerzas para entrenar mejor el día de mañana. -- En todo este tiempo su amigo lo estuvo observando y escuchando lo que decía. Se paro del asiento y Caminó hacia donde el menor estaba.

-- Entonces... No se, que tal si nos quedamos a beber hasta tarde, mandaré a Anny donde el líder de lo ancianos a avisarle que pospondré la reunión para mañana. -- Dijo saliendo de la habitación, le hablo a su secretaria que avisaría al viejo la postergación de la reunión, y luego volvió al lado de su amigo. -- ¿Que tal si vamos a beber a otro lado? -- propuso y su amigo no objeto.

-- Dale. ¿Donde iremos? -- preguntó mirando con curiosidad la sonrisa torcida de su amigo.

-- No se, podemos ir a la ciudad, a uno de los bares de esta específicamente. -- Caminaron hasta la puerta y saliendo por la misma siendo seguido por el pelinegro.

Caminaron por el bosque unos dos minutos y luego decidieron transformarse y correr a toda prisa (nota: pueden transformarse y su ropa aparece al volver a trasformarse en humanos) dos lobos negros como la noche llegaron a la ciudad minutos después y cambiaron antes de salir del bosque su apariencia.

Y como fue planeado ambos pasaron unas horas bebiendo y... bueno, también rechazando a chicas betas y omegas que se les insinuaban. Tres horas fueron suficiente. pues ellos si, querían desquitarse con alcohol, Aunque no hasta perder la cordura. Salieron del lugar y repitieron el proceso que hicieron para llegar ahí; cuando Pararon en una enorme mansión, entraron y cada uno fue a su habitación en silencio; no queriendo despertar a quienes ya se encontraban durmiendo. Al llegar a sus habitaciones se quitaron la ropa pues se sentían muy acalorados, y se acomodaron en sus camas cayendo rendidos de una vez.

Unas horas después, ya de madrugada despertaron con un ardor en sus espaldas que a medida que pasaba el tiempo iba aumentando. Fue cuestión de minutos para que se escucharán los gritos-rugidos que despertarán a los que tanto en la casa y como vecinos que a sus alrededores dormían. Todos alarmados y preguntándose qué era lo que ocurría dentro de las paredes de aquella casa.

La hermana menor [de unos 24 años de edad] del crespo (una Alfa) corrió hacia la habitación de su hermano y a medida que se acercaba iba incomodandose con el olor que su hermano desprendía. Paró en seco al darse cuenta del significado de ese conocido olor. Giro y fue corriendo donde su padre y madre a contarles lo que ocurría. Justamente Harold hermano del pelinegro llegó y contó que con su hermano estaba pasando lo mismo.

Todos estaban en espera de los que ocurriera, ya que no podía hacer nada para ayudarles, algunas cosas naturales que la madre luna ha dado traen  dolorosas compensaciones. Muchos impresionados por el como en un mismo día los dos amigos que anteriormente llevaban años buscando a sus mates ahora los encontraban a la misma vez. Todos pensaban que era como un milagro de la diosa luna, excepto los dos anciano más sabios...

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Pido perdón si se encuentran errores ortográficos. Aún estoy en plan de corregir.

Gracias por leer.

MIS DOS ALFAS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora