MIS DOS ALFAS.

CAP XI

Pov Edward:

Una semana desde que acabo mi celo, y siento aún un poco de dolor en mi entrada, no siempre tuvimos sexo los tres, pues como alfas ocupados debían cumplir con sus responsabilidades, así que se turnaban. Uno se iba a trabajar mientras el otro quedaba en la casa consintiendo a su más grandioso tesoro, osea yo(y teniendo sexo también). Nuca se negaron nuca dijeron no, es más sonreían cada vez que me vean necesitado. En las noches si habíamos el amor los tres, bueno ellos a mi.

Justo ahora estoy en la cocina haciendo el desayuno para ellos antes de irse a trabajar, y como les encanta que cocine comida internacional en eso les complazco. Justo ahora estoy haciendo La base central de un desayuno tradicional mexicano que trata sobre huevos rancheros o los chilaquiles, acompañados de un plato de frijoles con chile y un zumo de frutas.

No demoraron mucho en bajar y cómodamente les expliqué cómo era más adecuado comerlo, les encantó y me pidieron que en un futuro querían que se los preparara nuevamente. Tocan a la puerta y como ya sabíamos quien era solo me levanté y abrí. Ellos entraron y se sentaron en la mesa a degustar el platillo; Harold, Sofía, Sharon, Maritza y Johnny. Mis cuñados venían cada dos días (los que aprovechaba para cocinar yo desayunar). Decían que mi comida era fabulosa y pues ya me había acostumbrado a los alagos. La chica trigueña que me ayuda con los servicios a esta hora debe estar en la casa de mis suegros sirviendoles lo que envíe, mi madre dijo que se quedaría a vivir allá, así que supongo que estará disfrutando el desayuno también.

-- Cuñado aún está en pie lo de la silla de ruedas, por si ya cambiaste de idea -- Justo esos eran los comentarios con los que me gustaba a Harold burlarse, y esos mismos me hacían sonrojar sacándoles risas a todos incluso a mis dos machos alfa.

Terminaron de comer, me agradecieron, algunos llevamos las cosas al lavabo y luego se fueron. Me despedí también de Chris y Adrian y salieron de la casa, momento que aproveche para correr al baño y vaciar lo poco que había comido. Tres días con los mismos síntomas, me imagino que es pero hasta no confirmarlo no lo diré. Frente a los chicos trato de disimular estar bien, freno las arcadas, y como muy poquito para no tirar todo ahí.

Me enjuague la boca, me mire al espejo y estaba más pálido de lo que normalmente soy, me lave la cara y me acosté a dormir, el sueño llegó rápido y quedé profundamente dormido. Le desperté por el llamado de Natalie (la trigueña), me dijo que era hora del almuerzo y que como me había visto pálido no me había despertado, por lo que hizo el almuerzo ella sola. Yo asinti y le agradecí, ella se fue y aproveché para darme una ducha con agua tibia para relajarme, luego fui al cuarto-armario y me puse la primera ropa que encontré y baje a organizar la mesa.

Cuando Ad y Chris llegaron nos sentamos a comer (bueno prácticamente ellos comieron), disimuladamente me levanté, me disculpé y camine difuminando mi asco y ganas de vomitar, llegué a la habitación y cerré la misma con seguro fui al baño y regrese lo poco que comí. De nuevo me lave los dientes y el rostro, me unte base para darle color a mi pálida cara. Salí del baño y estaban los dos alfas parados mirando en mi dirección.

-- Estoy bien, no se preocupen -- Camine hasta la el armario y saqué un abrigo, me puse unas tenis negras e iba a salir pero el alfa mayor me agarró del brazo. -- En serio estoy bien, solo voy a dar una vuelta a ver si me distraigo -- Me solté y salí de la habitación y de la casa. Camine hasta casa de mis suegros y pregunté por la madre de mis alfas, me dijeron que estaban con mi madre conversando en la sala de star. Ahí estaba sentadas conversando.

-- Edward ¿Cómo estás? -- Me saludo la beta mientras caminaba hacia mí y me abrazaba.

-- Estoy bien, ¿y ustedes que?, ¿como van? -- Dije acercandome a Elena (madre del pelinegro ondulado) y la abrace, luego fui donde mamá y me senté a su lado antes de darle un abrazo.

-- Pues como nos pudiste ver, conversábamos sobre trivialidades. -- Me respondió la señora Mery. Yo solo recosté mi cabeza en el hombro de mamá y cerré por y momento mis ojos antes de soltar las palabras que no quería decir.

-- Necesito la ayuda de estudies -- Dije aún sin abrir mis ojos, -- Mareos, bonitos, sueño, cansancio; días después de mi celo. Les ¿dice algo eso? -- Abrí la ojos y todas las mujeres presentes estaban con cubriendo con sus manos si boca. -- Se lo que están pensando, precisamente vengo donde ustedes para que me ayuden a confirmar o descartar. -- Mi madre me acaricio el cabello, mientras abrazaba por la cintura.

-- Porque no habías venido antes -- Pregunto Elena.

-- ¿Tus alfas ya lo saben? -- pregunto seguido mamá.

-- Primero, no había venido porque creí que eran solo cosas mías; y segundo no lo saben porque yo tampoco lo sé aún -- Estaba estresado, y con sueño, tenía hambre pero nada me gustaba como para comerlo y super cansado.

Entre Mery, Elena y mi madre. Hicieron todos los tipos los tipos de pruebas que sabían y/o que en su época se utilizaba para saber si un/a Omega estaba embarazado/a, incluso varios métodos usados por betas. Y todos afirmaban lo que pensaba, todas incluso las que son de beta daban positivo. Todas me felicitaron e incluso llegaron a soltar lágrimas de emoción y me contagiaron, esa tarde nos la pasamos hablando sobre todo lo relacionado con la nueva noticia.

Llegó la hora de irme pero antes de hacerlo les pedí que no dijeran absolutamente nada a nadie, que yo me encargaría de dar la noticia, que organizarán una cena en la noche para darla. Ellas no tuvieron problema y prometieron hacer silencio hasta que yo lo dijera. Más tranquilo fui a casa y como ninguno de los dos estaba me fui a dormir, ya en la noche daría la noticia.

Me despertó Christian, mientras Adrian se daba un baño porque venía sudado. Cuando salió, le dijes que teníamos que ir a cenar hoy a cada de sus padres, nos les dije nada más aunque me estuvieron insistiendo todo el raro mientras me duchaba y cambiaba de ropa. A eso de las siete ya estábamos sentados todos en el comedor, a varios se les hacía raro que nosotros tres estuviéramos ahí, pero no dije nada hasta que terminamos de cenar.

-- Ehh -- Quíce hablar pero tenía la garganta seca, tome un poco de agua, carraspee y proseguí. -- Verán, la idea de la reunión es para decirles que: estos días me sentido un poco mal, y como sabía que todos tenían que complir con sus labores trataba de no hacerlo notar, justo hoy le pedí ayuda a mis suegras y mi madre pasa saber que era lo que tenía y -- Cubrí mi boca para no mostrar la sonrisa que tenía. Sentí la mano de los chicos a mi costado y vi que casi todos tenían cara de preocupados así que termine de decir el resto -- Y, pues al parecer estoy en cinta.

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No hay manera de ser una madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre y Ningún esfuerzo vale más la pena que el depositado en el acto de dar a luz.