Pov Narrador:
Ya han pasado cinco días y los alfas no sabian nada se Omega embarazado, se sienten tan miserables al no haber sido capaces de proteger a su mate y sus pequeños. Tal es así, que no han salido de las habitaciones donde cada uno se encerró, ahí se la pasan recostados en su rincón recriminando se el no haber estado con su Omega en este tiempo en que él más les necesitó; ni siquiera a sus familiares les abren las puertas. Ahí incluso lloran por no sentir a su Omega ahí con ellos.
Ese tiempo el padre del rizado se ha hecho cargo del trabajo que su hijo hacia, ya que este no ha dado señales de vida desde que se encerró en esa recámara. La madre del Omega es otra que no para de recriminarme y reprocharse por haber dejado a su hijo cuando estaba a su cargo, la mujer ha llorado mucho estos cundo días, podría decirse que todos tienen ojeras y ojos hinchado por no dormir; sobre todo el par de alfas.
Cuantos días de investigación, y búsqueda, pero nada del paradero de este se ha hallado. Encontraron el mismo día de la desaparición el cuerpo de la castaña degollada, pero aunque quisieran hacerse suposiciones no podían porque ni siquiera una pista de algo encontraban en ella.
Otro motivo por el cual los alfas estaban deprimidos era porque su alfa interior ni siquiera daba señales, desde ese día no lo sienten y eso les aturde. Se arrepienten de haber Bloqueado la conexión que telepaticamente tenían con el menor y todo por prestar más atención a los problemas externos que a lo más importante que ambos han tenido en la vida: su Omega y sus crías.
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En otro lugar del bosque, una mujer y su esposo estaban un poco preocupados por qué el Omega que apesar de estar mejor, no despertaba, instintivamente alimentaba a los bebés, pero no despertaba. El la cama donde el Omega estaba, también ahí dormidos se encontraban los bebés asegurados al Omega quien no los soltaba. Una madre que aún inconcientemente se valía por sus hijos, con los bebés ocurría lo mismo ellos no soportaban mucho tiempo estando separados de su mamá. La pareja estaba feliz de tenerlos ahí con ellos, ellos sabedores de la medicina natural que les ofrecía el campo curaron al Omega porque era lo único que podían hacer por el.
A la mañana del siguiente día, por fin el Omega despertó, y lo primero que vio fue a dos pares de ojos mirándome fijamente, les sonrío y acaricio las rojas cabelleras de sus hijos. Me sentía muy bien, sentía mi cuerpo muy sano en comparación a como estaba ese día, me sentía bien en esa cama pero como sabía no era la suya decidio levantarse. Camine hasta donde escuché voces, con mis bebes en brazo.
-- Buenas -- Saludé al entrar a la que parecía ser la cocina.
-- Oh muchacho que bueno que despiertas, ya estaba nos estabas preocupando. -- Dijo la señora apartándose una silla para que me sentará. -- Seis días dormiste, y que estés sano nos alegra. Bueno, no del todo sano pero estás mejor. -- El Omega asintió mientras le hacía caritas a sus bebés.
-- Disculpen lo descortes, Mi nombre es Edward -- Se presentó haciendo una reverencia a los mayores.
-- Un gusto saber tu nombre Edward, el es mi esposo y pareja destinada Andres y yo soy Nora, es un placer conocerte. -- El menor asintió, y sonrío a su hijo mayor el cual le sonrió también.
-- Si no es mucho pedir, me gustaría que mi hijo mayor se llamará Andrés, cuyo significado es hombre valiente. Y pedirle a Usted señora Nora que ella el nombre para mi otro bebé -- Le pidió a la mujer, y al hombre frente a el le pregunto si no había problema que le pusieran así a su bebé, pelirojo mayor respondió que el se sentiría más que agradecido y que era una forma de agradecerle y recordarle en un futuro. La mujer pensó unos minutos y luego se decidió
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MIS DOS ALFAS.
Science Fiction¿¿Que pasará cuando dos alfas se den cuenta que tienen la misma marca?? 📌 En edición