CAP XXIX

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Pov Edward

Consentir, es solo una acuerdo de voluntades sobre un punto de interés; en el caso de la promesa, por el consentimiento podemos quedar obligadas ambas partes.

Me encuentro en el baño de mi habitación preparando detalles. Hoy después de bastante tiempo, volveré a tener intimidad con mis alfas, y lo primero en la lista fue meterme a la ducha ya antes preparada con aromas frutales. Ya completado esto, seguí con los siguientes pasos. Ahorro me queda ponerme este cómodo disfraz.

Después de ponerme las orejitas, me veo en el espejo, ahi analicé lo que sucederá cuando salga

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Después de ponerme las orejitas, me veo en el espejo, ahi analicé lo que sucederá cuando salga. De solo imaginarme, me recorrió una electrizante sensación por todo el cuerpo, noto como se contrae mi vientre inferior y seguido mi aroma se incrementa. Tal parece que mi tiempo celo llegó, menos mal porque ya me había asustado, llevaba tiempo sin sentir está exitante pero dolorosa sensación.

Ya analizando todas las posibilidades y viendo que no hay salida ni vuelta atrás, agarro el pomo de la puerta, suspiro y la abrió.

Me encuentro a Chris sobre la cama, con la espalda en la superficie y la camisa desabrochada. Se ve tan sexi, que a hora soy yo quien demuestrar mi necesidad acercándome a él; cuando esté notó mi presencia no se movió, solo espero que llegara con él y me dio espacio para subir a su regazo, cosa que no dude en aceptar por supuesto.

---- Alfa ---- Suelto en primer jadeo al sentir el contacto de nuestros cuerpos.

---- No empiecen si mi ---- Dijo Adrián cerrando la puerta tras él ---- Nuestros hijos no estarán esta temporada de celo, así que tenemos todos el tiempo del mundo para satisfacernos Baby red. ---- Se acercó e hizo contando con mi piel causando otro jadeo.

En poco tiempo las oleadas de sensaciones por el celo aumentaron desmesuradamente. Ya me sentía hervir y necesitaba de más contacto, los necesitaba a ellos.

---- Es un desperdicio que semejante vista con este atuendo tenga que quedar en segundo plano en está ocasión. ---- El sonido de la voz de la voz de Chris me llenaba de sensaciones. A esta altura todo logra exitarme y desearles, mi entrada ha empezado a dilatarse y a auto-lubricar, mi cuerpo suplica por más atención que ellos no tardan en darme con caricias y besos.

Mientras el alfa mayor ocupa sus labios en los mios, Adrián lleva los suyos a mi cuello. La prenda que antes me pareció cómoda, la empiezo a odiar por qué es un limitante al contacto de ellos. Aún cuando  uno aprovecha acariciando mi cintura y otro delinea con la yema de sus grandes dedos, mis muslos.

Escuchando mis súplicas, empezaron a quitarse la ropa sin despegar el contacto contra mi piel. Ambos torsos son malditamente apetecibles; el de Adrián con más musculatura, y el de Chris con un par de bellos.

Lleve mi cadera hacia atrás y la comencé a frotar contra la entrepierna del Pelinegro ondulado, mis manos bajaron a la entrepierna del rizado, ambos gimieron fuerte por el contacto ganando uno también de mi parte. A estas alturas, todos sobre nuestras rodillas, a medio vestir y yo con dos erecciones por satisfacer, ya la cordura no tenía sentido ya, ahora le daba paso al placentero disfrute del momento.

MIS DOS ALFAS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora