CAP XVIII

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Pov Edward:

Nadie me ha dicho nada, nadie ha mensionado nada sobre dónde están el par de alfas. Y vamos caminando en dirección a nuestra casa, todos van en silencio, al parecer a mis chiquitos no les gusto estar en brazos de nuevas personas así que los dos van conmigo. Cuando puse un pie dentro de la casa, un escalofrío me recorrió el cuerpo entero al ver esas dos hermosas cabelleras frente a mi. Sus miradas pasaron de estar en mi, a estar sobre los dos cachorros que llevaba en brazos.

-- Digan hola papis -- Trate de hablar como bebé pero solo se escuchó las risas de los otros dos. Al parecer los otros nos habían dejado solos. Dos pasos di hacia ellos, antes de que ellos llegaran a mi primero; acariciaron primero mi mejilla y luego la de los mellizos. Estos reaccionaron guiando la cabeza hacia la mano para tener más contacto. Sonreí y a cada uno le entregué un bultito. Y me pareció oír  ronroneos por parte de mis niños -- De los demás no se dejaron cargar mucho tiempo, y con ustedes parecen tan a gusto que dudo quieren que los solteis. -- Era hermoso verlo como cargaban a sus hijos.

-- De igual forma no los queremos soltar -- Dijo Adrian sin quitar la vista de Andrés. Entramos y fuimos directo hasta los muebles y nos sentamos, de soslayo vi como Christian cogía a Gerard con una mano y con la otra se agarraba el estómago y note como su caminar era lento. -- Son tan bellos, tan parecidos a ti, y a nosotros a la vez -- Tenía toda la razón, son bellos como su madre y padres.

-- Ya han decidido algún nombre para ellos ¿verdad? -- Me pregunto el rizado, sin dejar de mesera al menor pero con la vista en mi.

-- Yo... Andrés es el amor y Gerard es el menor. -- Vamos a ver si adivinan quien es mayor. Los bebés no se parecen pero a la vez si; quiero decir en ciertas cosas y/o razgos físicos si, pro con diferentes facciones. -- Ya les dejo a ustedes la parte de averiguar quién es el mayo. -- Sonreí al decir lo esto.

-- Fácil, Andrés es el mayor, y Gerard es el que yo tengo osea, el menor -- Respondió de forma rápida Christian. Yo abrí Is boca pero la cerré al escuchar sus risas -- Lo sabemos porque nos habías dicho que Andrés era el de ojos café y Gerard el de ojos negros -- Ops, se en había olvidado esa parte. -- Lo importante ahora es que estás aquí y con nuestros pequeños a salvo, ¿Que fue lo que pasó? -- Cuestionó, y de solo pensar en eso me tensé aunque no me arrepiento porque o era su vía, o era la mía y la de Andrés y Gerard.

-- Nada, solo fue que una enamorada de ustedes que vino a decirme que ciertos alfas estaban mal heridos, yo le creí, confíe ciegamente y corrí tras ella y cuando me canse y pare de caminar me di cuánta que estábamos en el bosque. -- Escuché un par de gruñidos y seguí contando -- le pregunté que quien era cuando la vi sacar un cuchillo acercarse a mi. Dijo que yo le había quitado la oportunidad de emparejarse con uno de los dos alfas más importantes de la manada -- En vez de gruñido está vez se escucharon bufidos, yo suspiré pesado por la siguiente parte. -- Dijo que iba a matar primero a mis hijos y luego a mi, luchamos un rato y -- Detuve mi hablar y les mostré las heridas que ya estaban tratadas pero no curadas del todo. Seguro mi cuerpo cuando dejara de amamantar las desapareceria. (Ventajas del mundo omegaverse) -- En mi afán por proteger mi vientre, en los brazos recibí todas las heridas. Ya el resto es historia, con lo que se de defensa me defendí y la degollé con el mismo metal que ella hutilizó para hacerme esto. -- Tenían la boca semiabierta, y supuse que ya habían encontrado el cuerpo de la chica pero no sabían que había sido asesinada por mi.

Se acercó Ad y me plantó un profundo y apasionado beso, cuando nos separamos me acaricio la mejilla y volvió a su anterior posición. Adrian solo removió mi cabello y me sonrió.

-- ¿Y luego que pasó Ed? -- Volvió a interrogar está vez el pelinegro ondulado.

-- Me levanté y me di cuenta que en medio de la pelea había rompido fuente, así que camine durante un par de minutos pero me preocupe al sentir sangre por entre mis muslos. -- Volví a tensarme y me deje caer en el respaldar del sillón, mientras miraba un punto fijo en algún lugar -- Seguí caminando, aún con el dolor que se intensificaba cada vez más. Un rato después, me detuve cuando sentí que no podía más y entendí que no había donde ir. En ese mismo lugar nacieron estás dos jollitas -- Acaricie la mejilla de los ahora dormidos mellizos -- Sonreí con los ojos aguados y seguí. -- Perdia micha fuerza pero me levanté y seguí caminando con mis pequeños en brazo. Después de unos diez minutos llegué a la orilla de un lago en la que encontré a alguien que me ayudó, le pedí que si me pasaba algo les trajera a los niños. Y es hasta ahí que recuerdo porque perdí la conciencia por cinco días.

Se sentían una mierda en ese momento, sentían que era tan merecido lo que sus animales les habían hecho. Era deber de ellos velar por el cuidado y bienestar de su Omega y sus crías pero por sus descuidos y prestarle atención a otras cosas no lo hicieron. Su Omega tuvo que pasar por todo eso solo. Su parte animal estaba todavía molesto con ellos.

Pov Narrador:

El silencio reinó unos momentos, nadie se atrevía a decir nada y menos los alfas, ellos no sabían que podían decir para aminorar la culpa que sentían así que fue el Omega quien hablo tratando de cortar la tensión.

-- ¿Como fue que te recuperaste tan rápido? -- pregunto curioso.

-- Yo te dije que no te preocupadas que no había sido tan grave, y para un alfa es menos grave porque las heridas sanan rápido. -- Hablo el de pelo ondulado mostrándole una sonrisa al Omega, este frunció el seño tratando de simular que estaba enojado; pero supo que disimulo mal al escuchar la risa del par de alfas. -- Eres tan tierno y gracioso cuando haces pucheros y gestos con tu rostro. -- Le algo.

-- Dan tantas ganas de comerte aquí mismo bebé -- Le alagó el rizado mostrando su sonrisa ladeada y moviendo las cejas de arriba abajo. El menor hizo otro puchero y los alfas volvieron a reír.

-- Ah, ¿no les había contado que están castigados a nada de nada por medio mes? -- Fue está vez él quien soltó una baja risita, ya que los alfas al escucharlo se les borro la sonrisa. -- Además Chris así como está no puede hacer muchos movimientos.

-- ¿Quien dijo que no puedo hacer muchos movimientos?. Y para que sepas joven Omega, la mejor medicina que pueden darme n estos momentos es estar juntitos haciendo cosas sucias. -- El menor sonrojado les crubrio la boca y señaló a lo señalo a los bebés; no quería que ellos escucharán esas cosas. Los amonerto y se levantó después diciendo que iba a hacer la comida. Los alfas lo acompañaron y vieron cocinar desde la isla.

Cuando el menor termino se sentó en otra silla aún en la misma isla, le dio de comer pecho a Andrés que ya había despertado. Le dio verguenza en un principio ser visto por los alfas en esa faceta, pero ellos lo vieron como un acto tierno. Despues fue turno de Gerard con quién hizo lo mismo, Los dejo en la cama cuando se volvieron a dormir y puso las almohadas a los costados para que no se fueran a caer. Bajaron a comer y conversar sobre todo lo que les había ocurrido en ese tiempo que estuvieron distantes.

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La gente que esta lo suficientemente loca para pensar que pueden cambiar el mundo, son aquellas que lo consiguen.

(Rob Siltanen)

MIS DOS ALFAS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora