Problemas económicos, la necesidad de obtener dinero rápido y la exigencia de cuidar a la familia... Son unos de los tantos motivos que han llevado a Tanjiro, Zenitsu e Inosuke a buscar trabajo desesperadamente en la ciudad, pero, ¿quién dijo que en...
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El beso entre ambos poco a poco se intensificaba, sus lenguas chocaban entre si, el aire faltaba y las curiosas manos de los dos recorrían el cuerpo del otro. Las manos de Sanemi fueron hasta debajo de aquella falda negra con bordado blanco, pasó sus manos por la suave y delicada piel del chico.
Se estaba poniendo duro con tan solo besarlo y tocarlo un poco, pero, no eran momentos para hacer algo más, tenía que arreglar muchas cosas antes de hacer algo con Inosuke, lo que menos quería era lastimar a tan lindo ser. Por ende, se separó lentamente, se quedó admirando el rostro ajeno, "es tan lindo" fue lo primero que pensó al ver el fuerte sonrojo, los labios hinchados y un poco de saliva en su mentón, ya de por sí Inosuke era jodidamente hermoso, tenía una hermosas pestañas largas y abundantes, unos ojos de ese precioso color esmeraldas que se ponían mas claros y brillantes ante la luz. ¿Y que decir de sus facciones?, tenía una nariz perfilada, el rostro era pequeño y fino, los labios delgados, sus cejas estaban tan bien diseñadas que no había necesidad de que le diera algún tipo de forma, su piel, no tenía espinillas, puntos negros o imperfecciones.
Del cuello para abajo no sabía nada, el joven siempre estaba con camisas holgadas, lo único que sabía era de sus muslos gruesos y que se veían trabajados. Ahora que estaba toqueteando se dió cuenta que no solo los muslos estaban trabajandos, también el abdomen y brazos, eso sin mencionar que tenía caderas algo anchas y una cintura bastante pequeña para ser un hombre.
Las suaves manos de Inosuke acariciaron el pecho del contrario, Sanemi tragó en seco, rápidamente se separó.
— Yo...yo no puedo corresponderte ahora —al terminar de decir aquello se apresuró a explicar —, no es que no me gustas, si me gustas, solo que, ahora no puedo corresponderte ahora por Kanae.
Inosuke ocultó sus manos en su espalda, las estaba apretando con una fuerza mayor, las venas de su frente y brazos a marcaron mucho, Sanemi sintió por primera vez una mirada de rabia, molestia y quizás odio por parte del chico.
— Como te de la puta gana — se levantó bruscamente de su lugar, caminó rápido hasta la puerta y golpeó varía veces —, ¡O ME ABREN O TUMBO LA PUERTA! — gritó con rabia , sentía sus ojos picar, ¿Era estúpido?, ¿Cómo pensó tener una "oportunidad"?, Era obvio, Sanemi era un adulto, él un niño, no había chances allí, sintió algo bajar por sus mejillas, pequeñas lágrimas iban cayendo hasta llegar a su mandíbula, era la primera vez que le rompían el corazón.
—Oye —Sanemi se acercó pero fue empujado por Hashibira.
— ¡LÁRGATE! — gritó nuevamente, el albino abrió los ojos con sorpresa al ver las lágrimas en el rostro ajeno, Inosuke estaba tan molesto y confundido que optó por tumbar la puerta, tenía una fuerza bruta asombrosa, de una sola patada la derrumbó.
