Problemas económicos, la necesidad de obtener dinero rápido y la exigencia de cuidar a la familia... Son unos de los tantos motivos que han llevado a Tanjiro, Zenitsu e Inosuke a buscar trabajo desesperadamente en la ciudad, pero, ¿quién dijo que en...
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Mientras que los chicos veían clases Muichiro había salido del hospital, su padre y tío iban a estar muy ocupados con la documentación de Yuichiro y él, por eso Genya era quien lo estaba llevando a la mansión Tsugikuni.
Sorprendentemente Genya se ganó la confianza de Muzan, Yoriichi, Michikatsu y mas o menos la confianza de Yuichiro. En el auto iban ellos hablando de cosas triviales, al llegar a la mansión Muichiro le invitó a pasar, estando dentro el más bajito preparó té para ambos y se sentaron en el sofá a tomar el té y también para comer galletas de chocolate.
— Perdón — dijo en voz baja, Genya lo miró confundido, Muichiro cruzó las piernas y miró al techo mientras volvía a hablar —, perdón por tratarte mal todos esos años, siempre utilicé palabras muy duras contigo y no es justo.
Genya miró al suelo, tomó un sorbo de té y lo colocó sobre la mesa de centro, miró a Muichiro que aún se mantenía mirando el techo, allí pudo ver que ya no era el mismo chico prepotente de siempre, Muichiro estaba creciendo y también cambiando de mentalidad, lo bueno es que sus cambios eran para bien.
— Genya...
— Hmmm...
Muichiro se abalanzó sobre él, abrazándolo con muchísima fuerza. Genya le abrazó con cuidado, acariciando su cabeza y dejando que el menor llorara en su pecho. Genya estaba adorando tenerlo abrazado a él, amaba ver su parte vulnerable, se veía como un chico totalmente normal y de su edad.
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En la casa Mitsuri estaba Iguro tratando de calmar a la pelirosa que lloraba desconsolada viendo su postre favorito frente a ella sin poder darle ni un solo bocado.
