Problemas económicos, la necesidad de obtener dinero rápido y la exigencia de cuidar a la familia... Son unos de los tantos motivos que han llevado a Tanjiro, Zenitsu e Inosuke a buscar trabajo desesperadamente en la ciudad, pero, ¿quién dijo que en...
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Los gemelos Tokito podían llegar a ser manipuladores, pero el que se lleva el premio al mejor manipulador era Yuichiro, a comparación con Muichiro, el gemelo mayor sabía cómo mover mucho mejor sus estrategias, investigar personas y muchas cosas más, era bastante frío con las personas que le daban mala espina.
Yuichiro Tokito estaba en la escuela de su hermano, se estaba haciendo pasar por él, todo iba tan bien que nadie se había dado cuenta, incluso Tanjiro creía que era Muichiro. Durante la hora del almuerzo se mantuvo al margen de todos, no quería arriesgarse a dar un paso en falso. Cuando las clases terminaron fue directamente a la casa de Shinazugawa, Yuichiro siguió al maestro y este ni cuenta se dió.
Esperó a que entrase a la casa, esperó un rato y luego se acercó, y tocó suavemente la puerta en espera que alguien apareciera, para su buena suerte la persona que abrió la puerta era Genya.
— ¡Muichiro! — apenas le vió lo abrazó, teniendo cuidado de no lastimarlo.
Yuichiro le abrazó un poco, se sentía algo incómodo cuando alguien que no era miembro de su familia lo abrazaba. Sonrió dulcemente para fingir ser Muichiro, Genya acercó su rostro al oído de lo que él creía que era Muichiro y susurró.
— ¿Crees que engañarme es fácil?, Muichiro evitaría cualquier contacto físico conmigo — apenas dijo eso Yuichiro abrió los ojos con sorpresa —, te felicito, lograste engañar a Sanemi y al resto, pero a mí no.
El más joven lo apartó de un empujón, mostrando su verdadera personalidad, tenía el entrecejo fruncido, mostraba un aura que podría llegar a asustar. Sanemi que estaba en la sala vió todo, se quedó asombrado, el aura del chico era más prepotente,desprendía esa seriedad y poder que portaba el padre del par de gemelos. La imagen de Michikatsu Tsugikuni apareció en su mente, el niño tenía la misma postura que tenía el hombre en el hospital.
— Perfecto, a mi tampoco me van a engañar — entró directamente a la casa y cerró la puerta con fuerza —, conozco a mi hermano cuando miente y sé que no había ningún flotador dentro del agua, si hubiese estado Muichiro se hubiese aferrado a él y no estaría en el hospital.
La piel de Sanemi se puso tan blanca como su cabello, ese mocoso era más difícil que Muichiro.
— Mi hermanito jamás, escúchame bien gigante — dio un salto logrando tomar de la oreja a Genya —, mi hermanito es incapaz, incapaz de estar tan cerca de una piscina, apuesto y no pierdo que hubiera estado un flotador en el agua Muichiro lo hubiera dejado allí simplemente.
