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Tanjiro tenía los nervios de punta, tenía el estómago revuelto, en cualquier momento iría al baño a vomitar si Giyuu no llegaba ya a explicar lo que estaba pasando

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Tanjiro tenía los nervios de punta, tenía el estómago revuelto, en cualquier momento iría al baño a vomitar si Giyuu no llegaba ya a explicar lo que estaba pasando.

El chico se sentó en una banca, esperando pacientemente por lo que podría llamar pareja por el momento. Al verlo a lo lejos, se quedó sorprendido al verlo con el cabello corto, Tanjiro estuvo unos segundos procesando, incluso cuando Tomioka ya estaba en frente de él.

— ¿Quién eres y que le hiciste a mi Giyuu? — preguntó el pelirrojo con desconfianza.

Giyuu se alzó de hombros ladeando la cabeza.

— Se fue de vacaciones — comentó soltando una risita, Tanjiro lo miró de pies a cabeza, de cabeza a pies con una ceja alzada —, ¿Por qué me miras tan feo?

— No es mirar feo, no estoy acostumbrado a verte tan...brillante — susurró esto último —, estoy acostumbrado a mi gato negro.

— Bueno, vete acostumbrando que estoy brillante por tu culpa — apretó una de las mejillas del chico, Tanjiro se quejó un poco antes de reírse.

— ¿Era de esto de lo que querías hablar? — preguntó Kamado, al ver que Tomioka negó lentamente soltó un quejido —, dime qué es, me estoy muriendo de los nervios.

— Tranquilo, no es nada malo...creo — puso una mano en el hombro ajeno, empujandolo suavemente para iniciar su caminata.

Ambos duraron en silencio un buen rato, Tomioka suspiró.

— Metí mi carta de renuncia a la escuela — confesó finalmente, Tanjiro se detuvo en seco, mirándole fijamente con precaución.

— ¿Me estás jodiendo? — preguntó Tanjiro, Tomioka sacudió la cabeza por tan solo unos segundos, tratando de procesar la reacción negativa de Tanjiro —, ¿¡Por qué!?

— Bueno, sucede, me salió una nueva oferta de trabajo y la acepté — explicó el azabache.

— ¿Y no me dijiste nada? — indagó Tanjiro ofendido, Giyuu entrecerró los ojos, mirándole con cierta molestia.

— Tanjiro...— susurró —, ¿Debo recordarte las consecuencias de que el director se entere que ando con un alumno? — preguntó el ojiazul —, ahora conseguí un trabajo mejor, que me paga mejor, trabajaría de lunes a viernes, fines de semana libres en los cuales podríamos pasear todo el día, hasta yo podría cambiarme de casa.

Tanjiro puso ambas en su cadera, bajó la mirada unos instantes, ahora no se verían tanto como antes.

— ¿Solo fines de semana? — preguntó.

— Obviamente durante la semana saldremos a cenar o al cine, no vamos a terminar nuestra relación porque me cambié de trabajo — Tomioka metió sus manos en su abrigo, ladeando la cabeza admirando el rostro de Tanjiro, una expresión poco común se formó en el rostro del azabache, una expresión de incomodidad —, nunca me gustó ser maestro, solo estaba allí porque si.

Little Boys | Uzuzen, Giyutan, SaneIno. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora