Problemas económicos, la necesidad de obtener dinero rápido y la exigencia de cuidar a la familia... Son unos de los tantos motivos que han llevado a Tanjiro, Zenitsu e Inosuke a buscar trabajo desesperadamente en la ciudad, pero, ¿quién dijo que en...
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Tsugikuni, ese era el apellido de una de las familias más poderosas de todo Japón, era una familia realmente pequeña, formada por Michikatsu, Yoriichi, Yuichiro y Muichiro, el apellido había sido permanecido desde hacía mil años, todavía no desaparecía y la fortuna dejada por sus ancestros cada día se multiplicaba. El poder que tenían era tanto que por lo general, las otras empresas no se atrevían a darle mucha competencia, la familia Tsugikuni era tan eficiente con sus empresas, productos, sistema de venta y precios que era realmente complicado llegar al nivel de ellos.
Aunque, ahora solo Michikatsu se encargaba de casi todo, Yoriichi cayó casi en la locura cuando su esposa e hijo murieron en un accidente gracias a otra familia que quería sacar de la cima a los Tsugikuni. Después de eso, Yoriichi se alejó de la prensa, se alejó de todo por un tiempo, actualmente ayuda con la administración financiera de las empresas.
Por lo sucedido con Yoriichi, Michikatsu aumentó la seguridad, mantuvo y mantiene la identidad de los gemelos en incógnita ante las otras empresas, personas no cercanas etcétera, le ayudaba bastante que no portaban el apellido de él, era más fácil ocultar quienes eran y de dónde venían. Al gemelo mayor le preocupaba algo, era la obsesión de Yoriichi con Muichiro, él lo mantenía vigilado 24/7, cada vez que salía de la mansión era vigilado por personas que Yoriichi contrató. Sabía quienes eran sus amigos, que comían, donde vivían, que clase de cosas hacían, altura, peso, notas académicas, familia, Yoriichi sabía todo.
Esto le preocupaba mucho al mayor de toda la casa, ya de por sí su hermano siempre había sido raro, pero esto ya era demasiado. Michikatsu tenía una bata de dormir muy parecida a un kimono masculino, era tan larga que la tela de aquel traje caía en el suelo y se arrastraba, su cabello largo caía hasta llegar hasta un poco más allá de sus caderas. El hombre sufría de insomnio la mayoría de las veces, por lo que caminaba por la mansión tratando de conciliar el sueño perdido, se veía majestuoso con su pijama con bordado de hilos de oro.
Mientras caminaba, se percató de algo , la luz de la habitación de Muichiro estaba encendida, eran más o menos las tres de la mañana, ¿Qué diablos hacía despierto?, Cuidadosamente abrió la puerta, sintió un apretón en el pecho al verlo cabeceando mientras tenía el libro de poemas en la mano, sabía que su hijo tenía presión escolar y de las clases extracurriculares de esgrima, chino, coreano, inglés, alemán y francés, su hermano ya le había dicho que estaba siendo algo intenso en esos términos.
— Mui —habló suavemente, el joven alzó la mirada, talló sus ojos y se sentó correctamente, Michikatsu se acercó rápido a su hijo quien estaba empezando a botar sangre por la nariz — Acuéstate boca arriba — lo empujó suavemente, haciendo que cayera sobre sus espaldas, en la mesa de noche siempre habían pañuelos, por lo que tomó varios y limpió la nariz de su hijo.
