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"...Mientras el lobo

no tenga a su luna

seguirá aullando

a las estrellas..."

Pov Yuta

La mañana del día siguiente me atrapó sin previo aviso sin siquiera haber dormido.

Escuchaba los pasos de Taeyong moviéndose por la cocina y supe que había llegado el momento de aclarar las cosas con él.

Era mi mejor amigo de toda la vida y no quería que nada arruinara nuestra amistad.

Arrastré los pies cansados hacia la sala y me dejé caer en uno de los sofás bajo la atenta mirada de mi amigo.

-¿Ya estás mejor? ¿Qué te pasó anoche?- preguntó preocupado.

-Siéntate, tenemos que hablar- intenté decir sin que mi voz sonara dura, pero no lo logré.

-¿Qué pasa?, me estás preocupando- soltó nervioso sentándose a mi lado.

-Y-yo lo siento mucho...- tartamudeé intentando encontrar las palabras para hablar.

-¿Qué sientes Yuta? ¿qué ha pasado?- cuestionó aún más nervioso.

-Yo... tu omega, Tae- suspiré llevándome las manos a la cara.

-¿Qué pasa con mi omega?- insistió.

-El chico rubio que tanto me gusta... es tu omega- solté por fin aquella frase que tenía atorada en mi garganta.

-¿Qué?- preguntó poniéndose de pie enfurecido.

-Taeyong no te preocupes, solo fue una coincidencia, una broma del destino, no te preocupes yo me mantendré al margen y estoy seguro de que en unos días todo volverá a la normalidad- dije con un tono lastimero.

-Pero no puede ser, ¿por qué tuvo que coincidir así? Sé que te gustaba de verdad Yuta, pero es mi omega, estoy totalmente seguro de eso, mi lobo me lo dijo desde que lo vi, no puedo renunciar a él- afirmó apenado.

-No tienes que renunciar a nada Tae, es tu omega... tuyo... soy yo quien tiene que renunciar- aseguré.

-Pero no quiero que sufras Yu...- respondió abrazándome.

Yo escondí mi cara en la curva de su cuello y allí lo sentí.

Un olor a vainilla con caramelo se podía percibir sobre el aroma a lluvia y tierra de mi amigo.

Mi lobo bajó sus orejas y se acurrucó en un rincón, triste.

No entendí muy bien porque reaccionó así, supongo que mi tristeza le invadió de repente, sin embargo ya no volvió a decir una palabra.

Un humano melancólico junto a su lobo triste,una combinación bastante desagradable de ver.

-Taeyong ahora vendrán las vacaciones, tú irás a casa a presentar tu omega a tus padres y formalizar vuestra relación, luego vendrán los exámenes y cada uno estará centrado en sus cosas, creo que eso será suficiente espacio para que todo vuelva a ser como antes- aclaré convencido.

-Lo siento, Yu, lo siento muchísimo- susurró en mi hombro.

-No lo sientas Tae, el destino es así, nadie puede luchar contra eso... somos amigos y te apoyaré en todo lo que necesites, eso es lo que importa- dije apretándole más fuerte contra mi pecho.

-Dime que tengo que hacer para que esto sea más fácil- pidió.

-Solo mantenlo alejado de mí un tiempo, hasta que yo esté preparado para que me lo presentes y verlo como mi "cuñado"- rogué con pena.

The Brand YuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora