The Brand Yuwin

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"... Y con esa sonrisa,

que cambia la vida,

miraste hacia aquí..."

Pov Yuta

Realmente no podía creer tener a Sicheng aquí, de pie en mi cocina, cortando los ingredientes mientras yo preparaba la masa de la pizza.

-¿Cómo vas con las clases?- pregunté interesado.

-Es difícil ponerse al día, me exigen los trabajos atrasados y son muchísimos, pero Ten me está ayudando y Woo todos estos días me estuvo enviando los archivos de sus trabajos de primero para que me sea más fácil, ambos son grandes chicos- respondió tranquilo.

-Bueno, yo de verdad no puedo ayudarte con eso, digamos que el baile no es lo mío, yo como mucho puedo conectar las luces del escenario- dije riendo a lo que él se contagió.

-¿Por qué te decidiste por ingeniería?- cuestionó intrigado.

-Mis padres tenían una empresa de reparaciones de electrodomésticos y yo siempre estaba allí desarmando cosas, el problema es que cuando los volvía a armar siempre me sobraban piezas, pero me relajaba mirar lo que había dentro y cómo funcionaban, así que por eso me decidí- expliqué.

-O sea que ahora reparas todo- agregó.

-Noo, estoy a punto de graduarme y aún me sobran piezas al montar las máquinas- me carcajee.

-¿Tus padres están en Japón?- cuestionó.

-No, mis padres murieron durante mi adolescencia, mamá tuvo un cáncer de pecho que se detectó tarde y mi padre tuvo un ataque al corazón años después- conté tranquilo.

-Lo siento mucho, no debí haber preguntado- se lamentó.

-No lo sientas, me gusta que te interese saber de mi vida- aclaré para que no se sintiera mal.

-¿Tú porqué te decidiste por la danza?- ahora fui yo quien preguntó.

-Cuando bailo el mundo entero desaparece a mi alrededor y me siento vivo, la música me relaja y me transporta, llenándome de calma- explicó.

-Te he visto bailar y realmente tienen razón cuando dicen que eres el mejor bailarín de la universidad- solté sonriéndole.

-¿De verdad dicen eso?- cuestionó intrigado.

-Sí, escuché incluso de los profesores que eres la promesa de la facultad- dije orgulloso.

-Ooo no lo sabía, me alegra escuchar eso- respondió contento.

-¿Corto más de esto?- preguntó señalando los pimientos.

Yo me acerqué sin pensarlo por detrás, asomando la cabeza por encima de su hombro y él quedó congelado con la mirada perdida en la pared de enfrente.

Le observé en silencio hasta que giró la cabeza mirándome.

-¿Hemos hecho esto antes, verdad?- cuestionó confundido.

-Si, cuando estabas aquí hicimos pizza también- respondí feliz de que un recuerdo llegara a su mente.

-¿Puse chocolate en la masa?- cuestionó sorprendido.

Yo me reí con fuerza contagiándole otra vez.

-Te frené a tiempo, si no sí que le ponías chocolate- afirmé sacudiendo la cabeza.

-¿Puedo preguntarte algo personal?- sonó serio ante aquella pregunta.

-Si- afirmé.

-¿Tú tienes omega?- cuestionó demasiado interesado.