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"...¿Y que si estoy

roto por dentro?

Nadie se dará cuenta

mientras esté

Sonriendo por fuera..."

Pov Yuta

Algo había cambiado.

Ninguno de los que estábamos a su alrededor lo notamos hasta que fue muy tarde.

La mañana siguiente de regresar del campamento, San y yo cogimos el vuelo hacia Estados Unidos, pasaríamos allí siete largos días, dejando a nuestros omegas esperándonos, era necesario, teníamos que arreglar las cosas con la empresa para poder ocuparnos de la sede de Seúl nosotros solos y había mucho por hacer.

Sicheng quedó en su piso con Ten y Wooyoung solo en el departamento que compartía con San.

Nosotros teníamos una agenda apretadísima, salíamos de una reunión y entrabamos a otra, apenas habíamos tenido una tarde libre, que aprovechamos para recorrer un poco del centro de Nueva York y comprar cositas para nuestros niños, queríamos llenarlos de regalos y hacerlos sentir bien.

Encontramos una tienda que vendía réplicas de las ropas que usaron diferentes idols en sus conciertos, imaginamos que si estuvieran aquí lo comprarian todo, así que nos fuimos con unas cinco bolsas cada uno, llenas de trajes que les servirían para sus actuaciones de bailes y sus covers de canciones.

Además les compramos adornos, maquillaje, perfumes y montones de cosas, pero aun así nos parecía poco, realmente los extrañábamos demasiado y aunque hablásemos por teléfono cada noche, no era lo mismo que dormir con la cara hundida en su cuello aspirando su aroma.

El cuarto día por la tarde mi teléfono empezó a vibrar, anunciando que estaban entrando un montón de mensajes, tuve que ignorarlos porque estábamos en plena reunión con los jefes, la ansiedad me estaba matando, sabía que por alguna razón entraban tantas notificaciones de golpe.

Fue cuando terminó la reunión y salimos del edificio camino al hotel que pude entrar a whatsapp.

Había mensajes de algunos compañeros de clase de Sicheng y otros de conocidos en común, preguntando si él estaba bien, preocupados porque no había ido a clase los últimos dos días y no respondía al teléfono.

Instintivamente mi lobo levantó las orejas nervioso y alterado, yo automáticamente marqué su número, tirando el teléfono a un lado cuando la voz electrónica dijo "el teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura".

San en ese momento llamó a Wooyoung preguntándole que pasaba, ya que también él había recibido mensajes y tenía montones de llamadas perdidas.

-Woo ¿qué le pasa a mi omega?- pregunté metiéndome si avisar en la conversación ajena.

-El segundo día que se fueron, salió de clases y nadie lo ha vuelto a ver, no sabemos nada de él y no contesta el teléfono, dime que hago- fue la respuesta del omega de mi amigo, dejándome de piedra en mi lugar.

-¡Yuta cálmate!, pensemos dónde puede estar, no va a desaparecer así de la nada- dijo mi amigo tomándome la mano.

-¿Fueron a mi departamento?- cuestioné pensando que había alguna posibilidad.

-Fuimos y tocamos el timbre, pero nadie contestó, y no tenemos llave para entrar- respondió afligido casi a punto de llorar.

-Woo tranquilo, no te asustes- le consolé bajo la atenta mirada de San.

The Brand YuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora