Bad Blood || Erick Pulgar

14. Fiesta y balas.

Me observo al espejo. Observo mi ropa color negro que se ajusta perfectamente a mi cuerpo. Crop top, mini falda, panties negras, casaca de cuero y botas largas y altas. Sonrío, antes vestía siempre de blanco, pero con el tiempo descubrí que el negro es mejor, mejor cuando hay manchas de sangre, no cuesta tanto quitar las manchas...

Mi celular suena, miro la pantalla es mi amigo Pablo. Probablemente llama porque cree que me arrepentiré de ir, sin embargo ya acepté, tengo que ir aunque no quiera. No quiero volver a ver al Erick ni a mi ex mejor amiga, la hermana del Pablo pero es el cumpleaños de mi mejor amigo. 

Tomo un cuchillo y pongo la funda en mi pierna, luego tomo una pistola y la meto en mi chaqueta, no creo que me pase nada, pero siempre hay que estar preparada... Luego agarro las llaves de mi moto y salgo de mi habitación en dirección a la disco donde va a ser la fiesta de cumpleaños de mi mejor amigo Pablo.

Me dejo llevar por la velocidad, mientras el viento impacta mi rostro y hace volar mi cabello. Acelero aún más la moto, la velocidad me encanta, hace que la adrenalina corra por mis venas. Me siento libre como el viento, ojalá fuera libre, pronto lo seré... ya queda poco para que mi plan pueda llevarse acabo.

Llego a la disco Inferno, me estaciono, luego bajo de mi moto y un escalofrío me recorre la espalda, me hace estremecer, recorro con la vista mis alrededores, no hay nada sospechoso. Guardo las llaves de mi moto y me dirijo al local.

Cuando estoy dentro, me doy cuenta que está lleno, sin embargo no es difícil localizar a mis amigos, obviamente están en el sector vip de la disco, en el segundo piso. Ya todos están aquí, incluido el Erick con mi ex amiga Pilar, los dos están sentados uno al lado del otro, el Erick pasa su brazo por encima de los hombros de mi amiga, puedo sentir la furia correr por mis venas, pero tengo que calmarme, tomo una respiración profunda.

—Hola corazón—mi amigo Pablo se me acerca y me apreta en fuerte abrazo—sé que es difícil verlos juntos, pero no hagas nada loco—me dice mi amigo muy cerca del oído.

—Churri—le respondo—tranquilo, estoy bien. Feliz cumpleaños—me separo un poco de su abrazo, le sonrío y luego le doy un beso ruidoso en la mejilla.

—Yaya, basta de tanto amor, a lo que vinimos, ven conmigo—me lleva con él a la mesa y me pone un vaso de alcohol en frente. Lo tomé entre mis manos y lo llevé a mi boca donde me lo tomé de un tirón. Sentí una mirada pesada sobre mí. El Erick. No lo había visto desde que me había acostado con él y desde que había ignorado sus mensajes y llamadas. Suspiré. Mejor otro trago para olvidar su presencia.

—Amiga ni saludas—dijo la Pilar. Le di una mirada gélida. Ella solo me sonrió maliciosa.

—Lo siento, amiga, pero prioridades—dije alzando otra copa de alcohol—Hola a todos—saludé, luego llevé el vaso a mis labios.

—Así se habla primita—respondió mi primito querido Gabriel—Salud—dijo.

—Oigan cálmense un poco, recién está partiendo la noche—intervino mi amiga Ro.

—Es mi maldito cumpleaños—respondió Pablo—así que hay que celebrarlo como corresponde, ahora corazón vamos a bailar—mi amigo me tomó de la mano, dejé el vaso encima de la mesa y lo seguí hasta el primer piso de la disco, donde estaba la pista de baile.

La Ro y el Gabo, y la Pilar y el Erick nos siguieron a la pista de baile. Lo peor de todo es que sentía la mirada del Erick en todo momento. Maldición, lo único que quería era ignorarlo, así que me decidí a concentrarme en el baile con mi amigo.