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Cuando los dos vampiros regresaron a casa y salieron del auto de Antonella pudieron ver el coche color rojo ferrari de Rosalie salir del garage, el BMW rechinó cuando se encontró con Edward y Antonella debajo de la lluvia, pisando el freno.
Edward la saludó sin mucho entusiasmo con una mano mientras Antonella le mandaba un besito.
Sabes que te atropellaría si no me destrozara el auto, ¿verdad?.
Edward asintió ante su comentario mientras que Antonella se recargó en su propia camioneta mientras seguía chupando la paleta. Rosalie hizo rugir el motor una vez más y suspiró.
—Supongo que ya has pensado sobre el partido.
—Deja que me vaya y punto Edward.
—Ah no señorita.—Un tono indignado salió de la boca de Antonella y se acercó a la puerta del auto.—No puedes dejarme aquí sola, con Alice que al parecer está encantada con Bella y Edward que babea por ella, literalmente. No la soporto.—Hizo una mueca y miró a Edward quien volteó los ojos.—Perdón pero tu novia es exasperante. Tiene cara de mojigata todo el tiempo.
—¿En qué sería mojigata?, ¿en ir a un partido?.—Antonella solo subió los hombros, sabiendo en realidad, la respuesta a esa pregunta.
—Emmett se queda, ¿no es suficiente con eso?
—¿Por favor?.—Dijo Edward mientras Rosalie le quitaba la paleta a Antonella.
—No entiendo porque es tan importante para ti.
—Tu eres importante para mi Rose.—Se limitó a responder.
—Todo el mundo se divertirá más si no estoy.—Antonella solo pudo girar los ojos ante el comentario de Rosalie.
Edward se encogió de hombros, pensando que posiblemente tenía razón.
—No seré amable.—Edward sonrió, sabiendo que eso significaría un si.
—No necesito que seas amable, solo les pido que la toleren.—Antonella y Rosalie se miraron para soltar un suspiro.—Quizá me den una paliza en el partido y me hagan quedar mal.
Rosalie intentó reprimir una sonrisa pero su boca se curvó hacia arriba.
—Bien, pero me quedo con Jasper y Emmett.
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CULLEN | Edward Cullen
Fanfiction𝘌𝘥𝘸𝘢𝘳𝘥 𝘊𝘶𝘭𝘭𝘦𝘯|| "𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚊𝚛𝚒𝚘, 𝚊𝚜𝚒́ 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚛𝚘𝚋𝚕𝚎𝚖𝚊𝚜 𝚍𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊, 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚖𝚊𝚍𝚞𝚛𝚊𝚛 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚕𝚒𝚐𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚢 𝚌𝚘𝚗𝚟𝚎𝚛𝚝𝚒𝚛𝚗𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚜𝚎...