1.15 𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘯𝘤𝘦.

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En tres horas y media ya habían vuelto a Forks,tomando el camino más rápido directamente a través del mar de los Salish. Fueron derechos a casa de Charlie, donde Esme y Rosalie esperaban haciendo guardia, Esme en la parte trasera de la casa y Rosalie en el árbol del jardín delantero. Emmett fue corriendo hacia ella mientras Carlisle y Edward se reunían con Esme.

Ahora que ya estaba ahí para poder oírlos, Rosalie llenaba su cabeza de pensamientos amargos acerca de lo egoísta que había sido por su parte poner la vida de todos en peligro. No le prestó atención.

La casa de Bella estaba ominosamente silenciosa, aunque había algunas luces encendidas en el piso de abajo. Se dió cuenta de lo que faltaba, el sonido de un partido en la televisión del salón.

Encontró la mente de Charlie en su lugar habitual, sentado en el sofá, mirando la televisión apagada. Sus pensamientos estaban totalmente en silencio, como si se hubiese quedado paralizado. Se estremeció, agradecido de que Bella no tuviera que ver eso.

De un momento a otro su mente le recordó que Antonella aún seguía ahí, volteó hacia atrás, siguiendo su olor, sin haberse dado cuenta Carlisle había ido hasta ella, quien se aferraba fuertemente a su camisa, su cabeza estaba echada hacia delante, recargándose en el pecho del patriarca, con tacones en mano. El ceño de Carlisle estaba fruncido hacia arriba, preocupado. De un momento a otro la pelirroja se enderezó como resorte con una sonrisa en la cara. Los ojos de Carlisle se hicieron tristes, algo estaba pasando con ella y descubriría que era.

Solo tardaron unos segundos en decidirse y luego se dispersaron.

Carlisle se quedó con Esme, y Edward se sintió mucho mejor sabiendo que él estaba allí con ella.

Emmett y Rosalie hicieron una búsqueda por el centro del pueblo y luego indagaron en la zona de los alrededores del aeródromo, prestando atención por si veían algún avión de hélice abandonado.

Edward y Antonella corrieron hacia el este, siguiendo el rastro de la pelirroja.

No le importaría acorralarla. Pero su olor solo conducía hasta el estrecho de Puget. No parecía estar dispuesta a correr ningún riesgo.

Rastreó el familiar Parque Olympic al volver a casa de Charlie, solo por ver si la pelirroja había estado en algún lugar interesante, pero parecía haber ido directamente al estrecho. No era el tipo de persona que se arriesgaría a una confrontación cara a cara.

En casa de Bella, relevó de la guardia a Esme y Carlisle mientras ellos exploraban el norte para ver si la pelirroja había salido del agua cerca de Port Angeles y estaba intentando llegar a Charlie desde otro lado. Lo dudó, pero no tenían nada mejor que hacer. Si el rastreador no volvía a Forks, lo que parecía evidente llegados a este punto, y la pelirroja había ido a su encuentro, entonces tendrían que reagruparse e idear un nuevo plan. Esperaba que alguien tuviese alguna idea, porque Edward tenía la mente en blanco.

CULLEN | Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora