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Carlisle no sabía que pensar ante la situación que tenía frente a él, Antonella había decidido llegar empapada a la residencia, con un humor de perros como si fuese a matar a alguien. Así que todo tomaron la sensata opción de que lo mejor sería llamar al doctor, ellos eran su familia, y Rosalie era su mejor amiga, por supuesto, pero nada ni nadie se le comparaba a los años de experiencia que el patriarca tenía con ella.
—¿Y bien?.—La pelirroja bufó, haciendo que el cabello mojado se moviera de su cara, cara que en realidad parecía más un pitbull.—¿Me dirás lo que sucedió?
—Hubo un problema en la escuela.—Respondió Alice por ella.—Fue un verdadero desastre.—Carlisle no quitó su mirada acusadora de Antonella, quien jugaba con una cuchara.—Iré a empacar.
—¿Empacar?.—Su tono de voz era duro, Alice se dió la media vuelta y asintió.—¿A dónde iremos?
—Bueno, Edward nos está arrastrando con él, de nuevo.—Rosalie pasó a su lado y comenzó a subir las escaleras.
—¿A dónde iremos Carlisle?
—A Alaska, con los Denali. Edward terminará con Bella hoy.—No pudo evitar que una sonrisa se apareciera en su rostro, y trató de aplacarla un poco pero aún seguía ahí.—Mírate, quien diría que estabas lista para matar a alguien hoy.
—Bueno, Kate es una mujer maravillosa que veré pronto, y Edward por fin terminará con Bella, además de un lindo profesor de secundaria que sabe lo que hace, Oh, y también le di una paliza a Jessica, así que si. Mi día no podría ser mejor.—Se levantó de un brinquito del taburete y Carlisle rió.—Si me disculpas, iré a cambiarme.
Subió las escaleras con una sonrisa y se dirigió rápidamente a su habitación, sacó unas maletas y comenzó a alistar su ropa, utilizó una maleta entera para meter varios paquetes de paletas. Se dió una ducha caliente rápidamente, seco su cabello y se visto con un vestido negro pegado de tirantes delgados, unas botas de tacón negro hasta por encima de las rodillas y un abrigo de lana color blanco. Era algo menos extravagante a lo que acostumbraba usar pero aun así le hacía ver elegante. En algún momento dejó de cuestionarse si la elegancia se la proporcionaba la ropa o ella era así en realidad. Guardó todo lo que necesitaría en Denali y se apresuró a bajar las escaleras con una sonrisa.
—Vaya, alguien está muy emocionada.—Jasper rió al ver como Antonella daba pequeños saltos cada vez que avanzaba.
—Rápido, rápido, muévanse.
Todos comenzaron a salir de la casa entre risas, Edward ya los estaba esperando dentro de su camioneta pero Antonella no le dió siquiera una mirada, estaba muy ocupada pensando en reunirse con Kate. Carlisle y Esme se subieron con ella en la camioneta, el patriarca comenzó a conducir con Esme como copiloto mientras Antonella se quedó atrás. Los números de teléfono comenzaron a sonar en los altavoces de la camioneta, la llamada comenzó y unos pitidos después alguien contestó.
