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•—————•Antonella aún seguía un poco aturdida por provocar su propio bloqueo, los demás bromeaban pero ella solo veía a lo lejos como Edward besaba con furia a Bella, impactando sus labios contra los suyos, perdiéndose completamente ante sus instintos.
No sus instintos de caza, sino unos nuevos, desde esa distancia podía oír sus pensamientos, quería que Bella se derritiera con él, juntar sus pieles y jamás separarse, hasta que ella enredó sus brazos en su cuello y el peligro comenzó a correr.
Decidió bloquear a Edward para no oír más de esas cosas que le tenían tan enferma, si eso seguía así, Antonella sería un zombie la mayoría del tiempo, y no estaba lista para pasar por eso de nuevo.
Carlisle estaba dibujando el diamante mientras Alice y Jasper practicaban algunos trucos nuevos que ella quería perfeccionar: si Jasper decidía por adelantado correr en cierta dirección, Alice vería su decisión y lanzaría la bola a su nueva posición antes de que él hubiera empezado a moverse. No les daba mucha ventaja, pero, dado que siempre estaban muy igualados, cualquier detalle tenía el potencial de hacerlos más competitivos.
Esme les estaba esperando; Emmett y Rosalie se encontraban sentados a su lado. Cuando llegaron al claro, vió que Rosalie se soltaba de la mano de Esme con brusquedad, les daba la espalda y se alejaba. Antonella miraba al pasto con la mirada perdida y el mismo anillo bailando entre sus dedos.
En fin, no habían prometido ser agradables. Sabía que solo el hecho de estar presente era una gran concesión por sus partes.
No puede ser más ridícula. Esme no estaba de acuerdo con Edward. Había estado intentando persuadir a Rose toda la tarde, sin demasiado éxito, y estaba exasperada.
Una vez que empecemos, todo irá bien, pensaba Emmett. Estaba aliviado de que Rose y Antonella hubieran venido, igual que Edward a pesar de su reciente "discusión" Esme y él se acercaron para recibir a Edward y Bella. Le dirigió a Emmett una mirada de advertencia y él le sonrió. No te preocupes, te lo he prometido.
Emmett había prometido que se comportaría a un lado de Bella, que no le asustaría ni abrumaría demasiado. Miró a Bella con interés. Estar cerca de los humanos cuando visitaban su mundo era una cosa, pero que una de ellos visitara el suyo era otra muy distinta. Era emocionante. Además, tal y como él lo veía, se trataba de una humana que se había convertido, más o menos, en una de ellos. Él solo había tenido experiencias positivas con nuevas incorporaciones a la familia, y estaba deseoso de incluir también a Bella.
—¿Es a ti a quien hemos oído, Edward? —Le preguntó Esme, en voz más alta de lo necesario para que Bella no se sintiera al margen.
—Sonaba como si se estuviera ahogando un oso —añadió Emmett. Bella sonrió tímidamente.
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CULLEN | Edward Cullen
Hayran Kurgu𝘌𝘥𝘸𝘢𝘳𝘥 𝘊𝘶𝘭𝘭𝘦𝘯|| "𝙴𝚕 𝚍𝚘𝚕𝚘𝚛 𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚌𝚎𝚜𝚊𝚛𝚒𝚘, 𝚊𝚜𝚒́ 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚛𝚘𝚋𝚕𝚎𝚖𝚊𝚜 𝚍𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚒𝚍𝚊, 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚖𝚊𝚍𝚞𝚛𝚊𝚛 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊 𝚒𝚗𝚝𝚎𝚕𝚒𝚐𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝚢 𝚌𝚘𝚗𝚟𝚎𝚛𝚝𝚒𝚛𝚗𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚜𝚎...