BEHIND CLOSED DOORS 2 | DRACO MALFOY ✓

𝟐𝟎. 𝟑𝟒𝟏 𝐊𝐍𝐎𝐂𝐊𝐓𝐔𝐑𝐍 𝐀𝐋𝐋𝐄𝐘

AnnaLeigh Malfoy.

—Joder, sí.—suspiré mientras él sonreía y se movía, así que ahora estaba encima de mí.

—No pensaste que podrías tratarme así, hacerme suplicar y no ser castigada, ¿verdad?.—Respiró, su aliento mentolado abanicó mi cara. No dije nada, mi calor comenzaba a latir de nuevo.—Joder, respóndeme Anna, lo juro por Merlín.

—N-No.—gemí mientras él sonreía y rodaba fuera de mí.

—Puedes esperar. Voy a darme una ducha.—bromeó mientras rodaba de la cama y se ponía de pie antes de irse al baño.

Dejándome nerviosa y caliente.

Hijo de puta.

Me senté y presioné sus sábanas contra mi cuerpo cuando escuché que se encendía la ducha. Incliné mi cabeza hacia atrás contra la tabla y suspiré. Esto se había retrasado mucho. La forma en que me toca, me besa, me habla, lo extrañé demasiado.

De repente escucho un leve zumbido contra el suelo duro. Suena y por un segundo creo que es mi teléfono, pero mi teléfono estaba bajando las escaleras. Supuse que era de Draco y recogí sus pantalones del suelo para encontrar su teléfono sonando en su bolsillo.

Miro la pantalla y veo que dice 'Número Privado'. Sabía que era una completa invasión de la privacidad responder a sus llamadas, pero probablemente solo era una llamada no deseada. Así que hice clic en el botón de respuesta y lo presioné contra mi oído.

—H-

—Draco. Soy yo.—una voz de mujer estaba al otro lado de la línea. Fruncí las cejas y balanceé los pies mientras me sentaba en el borde de la cama.—No necesitas decir nada, pero encontramos tu varita. Ven a verme en mi oficina en cualquier momento y ven a recogerlo. Solo di Salazar una vez que llegues a la puerta y te dejarán entrar.—y así, el teléfono colgó.

Saqué el teléfono de mi oído y miré hacia la puerta del baño con el ceño fruncido. ¿Quien era esta chica con el que estaba hablando? ¿El código 'Varita' era para otra cosa? Sentí mi corazón caer ante la posibilidad y supe que necesitaba averiguarlo. Me iba a matar si no lo hacía.

Puse la contraseña de su teléfono y la desbloqueé, tratando de encontrar una dirección para esta casa de perras u "oficina". Revisé notas y mensajes hasta que encontré uno en Particular.

"341 Knockturn Alley"

Había estado en Knockturn Alley una vez en mi vida y digamos que fue la experiencia más espeluznante. Brujas y magos sin hogar susurrando y hablando consigo mismos, magia oscura incrustada en las paredes de ladrillo.

Escuché que la ducha se apagaba y una ligera sensación de pánico me atravesó mientras me deshacía de las aplicaciones que usaba, limpié mis huellas dactilares de su teléfono y lo coloqué nuevamente en sus pantalones donde estaba antes.

Acerqué las sábanas a mi pecho y puse los pies en la cama. La puerta del baño se abrió justo a tiempo cuando Draco salió con una toalla increíblemente baja en su cintura, el agua goteaba desde su piel y hacia el piso de mármol.

Se veía increíblemente bien, pero estaba enojado con él y necesitaba resistir.

—¿Estás bien?.—Preguntó, tomando la expresión en blanco en mi rostro. Lo rompí con una pequeña sonrisa.

—No, estoy bien. Acabo de recordar que le prometí a Tiff que la ayudaría a planear el cumpleaños de Pandora, lo siento.—dije mientras me levantaba, sin importarme que las sábanas se hubieran caído y expuesto mi cuerpo. Si estaba haciendo trampa necesitaba saber lo que se estaba perdiendo.