BEHIND CLOSED DOORS 2 | DRACO MALFOY ✓

𝟒𝟐. 𝐆𝐔𝐄𝐒𝐓 𝐁𝐄𝐃𝐑𝐎𝐎𝐌

[autolesión]

AnnaLeigh Moore.

Mis ojos se abrieron revoloteando, entrecerrando los ojos ante la cruda luz del día que brillaba a través del dormitorio. Arqueé la espalda y estiré los músculos a lo largo de la cama, dejando que un suave gemido escapara de mi boca cuando finalmente me senté y abrí los ojos.

Estaba en el dormitorio de invitados.

Cuando Draco me dijo que descansara, pensé que simplemente ordenaría algunas cosas y limpiaría para ayudarme a sentirme somnolienta. Siempre me cansaba y me dejaba dormir bien por la noche.

Me miré a mí misma para verme con una camiseta negra de gran tamaño, sin pantalones y solo con mi ropa interior. Fruncí el ceño, sin recordar cuando me puse eso, me quedé dormida usando una de las camisas oxford de Draco como siempre lo hago, así que cuando esta camisa apareció en la foto... no tengo ni idea.

No pensé mucho en eso y me levanté de la cama. No escuché ninguno de los gritos de Elora, así que supongo que estaba con Draco abajo. Pasé la mano por mi cabello, apartándolo de mi cara mientras salía de la habitación.

Bajé lentamente los escalones, la mansión estaba terriblemente silenciosa mientras mi mano giraba alrededor de la manija de la puerta del comedor antes de empujarla para abrirla.

— Mierda... Draco, está brillante aquí—  dije mientras lo veía dejar lentamente su profeta diario sobre la mesa. Caminé y me senté en la silla junto a él, levantando mis brazos para estirarme aún más.

— Uh... ¿Buenos días?— Dijo mientras dejé que mis manos cayeran a mis costados y finalmente lo miré, se veía diferente, ¿nuevo corte de cabello?

— ¿Dónde está Elora?—  Pregunté, tomando en cuenta que no la vi con él o incluso en esta habitación para el caso.

— ¿Quién?—  Preguntó mientras levantaba una ceja, manteniendo los ojos hacia arriba para Evitar mis muslos desnudos.

¿Está bien?

—Que gracioso— solté una breve carcajada— En serio, aunque ahora tendrá hambre... ¿a menos que ya la hayas alimentado?

— Um, ¿de acuerdo? Scorpius está afuera—  dijo en un tono despectivo antes de volver a levantar el papel.

— Espera, ¿por qué está aquí?—  Fruncí el ceño, quitando el papel de sus manos— ¿Puedes contestarme, por favor?

— ¿El vive aquí?— Levantó una ceja mientras buscaba su expresión en busca de alguna señal de que estaba jugando conmigo.

— ¿Dónde está Elora?—  Pregunté de nuevo, sintiéndome un poco incómoda.

— No sé de quién estás hablando— se encogió de hombros, sacando un cigarrillo de su bolsillo y colocándolo entre sus labios.

— En serio Draco, esto no es gracioso... ¿y estás fumando de nuevo?—  Arrugué la cara ante el olor mientras lo encendía.

— ¿Estas bien?—  Preguntó, tomándolo de sus labios y soplando hacia los lados.

— Estoy bien— dije— Quiero saber dónde está Elora, así que por favor dímelo, estoy empezando a preocuparme.

— ¿Quién? Realmente no entiendo de qué está hablando, señorita Moore,—  sacudió la cabeza y me miró de arriba abajo por primera vez esta mañana.

— ¿Nuestra hija y... señorita Moore? Draco para, por favor, esto no es gracioso—  dije, mi piel comenzaba a erizarme y mi estómago comenzaba a sentirse enfermo. Estaba empezando a preocuparme de que le pasara algo a Elora, algo malo.