BEHIND CLOSED DOORS 2 | DRACO MALFOY ✓

𝟐𝟓. 𝐓𝐈𝐌𝐄𝐒 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐃𝐑𝐀𝐂𝐎

AnnaLeigh Malfoy.

—No sé lo que estábamos pensando Draco.—dije mientras me ponía un pantalón de chándal.

—Ella no me dijo-

—Ella no tendría que hacerlo. No es su trabajo cuidar de nuestra hija, es nuestra.—Suspiré. Narcissa no podía cuidar de Elora. Iba a una cita a ciegas. Nunca le dijo a Draco porque él tan a la defensiva sobre estas cosas, no lo culpo.

—Necesitamos tiempo para nosotros mismos.

—No lo hagas. Draco. Siento que nunca la cuidamos. El rechazo de tu madre fue como una maldita llamada de atención. Ella siempre está en casa de Lani, tenemos mucho tiempo para nosotros.—dije mientras me sentaba en nuestra cama.

—No puedes decir eso. Te has quedado con ella todos los días, te has levantado a todas horas de la noche y la mañana cuando llora, la has amamantado, sí, Kehlani la ha tenido un par de veces, pero eres su madre.—dijo mientras se sentaba a mi lado y colocaba una mano en mi hombro.

—No podemos salir, siempre estamos fuera. ¿Podemos simplemente tener unos días para estar en nuestra casa, simplemente ser normales?.—Pregunté mientras lo miraba. Miró hacia el suelo antes de volver a mirar hacia arriba y sonreír.

—Por supuesto.—me besó en la mejilla.—Voy a ir a darme una ducha.—dijo mientras se levantaba. Asentí con la cabeza y lo vi desaparecer detrás de la puerta del baño.

Suspiré y me recosté en la cama.

Cuando Narcissa dijo que no podía ver a Elora, fue como una luz encendida en mi cerebro, me di cuenta de cuánto la llevábamos a Kehlani. Sí, la cuidamos y la amamos, es mi hija por el amor de Dios, no de Kehlani, no de la madre de Draco.

Me sentí como un fracaso como madre. No quería que ella se sintiera como una carga, como si nuestra vida se hubiera detenido por ella porque ellos no lo hicieron, solo comenzaron. Ella era la mitad de la razón por la que me levanto por la mañana y el hecho de que sea tan fácil para mí simplemente arrojarla a mi amiga me hace sentir tan disgustada.

Me pasé las manos por la cara mientras llevaba las piernas al pecho. Tuve el mayor dolor de cabeza. Escuché el llanto de Elora en la distancia mientras suspiraba y me levantaba de la cama, dirigiéndome hacia su habitación.

Abrí la puerta de su habitación y la vi retorcerse en su catre. Me acerqué y la tomé suavemente en mis brazos antes de caminar hacia atrás y sentarme en la silla de enfermería.

Ella todavía estaba inquieta, así que con cuidado comencé a mecerla suavemente en mis brazos y pronto se acomodó y cerró los ojos. No quería volver a ponerla en su cama todavía, así que me quedé allí sentada, todavía balanceándola lentamente.

—Hola...—Levanté la vista de Elora, mis ojos ligeramente brillantes, para ver a Kehlani. Ella se había ido poco después que le dije que Draco y yo íbamos a cenar. Ella nunca llegó a decirme cómo le fue con Albus, así que estaba emocionada de saberlo.

—Hola.—susurré mientras le daba una pequeña sonrisa antes de volver a mirar a Elora.

—¿Qué ocurre?.—Susurró mientras entraba a la habitación y se sentaba en el pequeño taburete frente a mí.

—Perdón.—dije mientras me levantaba y colocaba suavemente a Elora en su catre.

—¿Perdón? ¿Perdón por qué?.—Preguntó mientras me sacaba de la habitación y me sacaba del pasillo.

—No me di cuenta de lo mucho que lo estaba haciendo y ya me siento tan mal...

—¿Sobre qué, qué está pasando?.—Se cruzó de brazos y me frunció el ceño confundida.

—Elora y cuánto te la doy para poder hacer cosas con Draco, lo siento, no quise decir-

—¿Estás bromeando, verdad?.—Ella se rió entre dientes mientras yo fruncía el ceño, ¿se estaba riendo en serio cuando estaba tratando de disculparme por ser una madre de mierda?

—Hablo en serio Lani-

—Tienes que callarte ahora mismo porque suenas jodidamente estúpida.—me detuvo cuando me crucé de brazos esta vez.—Veo a Elora una vez a la semana y me encanta, la quiero.

—Te conozco Lani, pero no es tu trabajo. No debería—

—No me la das, Anna, yo te la quito. Cada vez que la tomo, me ofrezco.—dijo.—No sé qué te hizo sentir como si fueras una mala madre, pero sé eso tu no eres.

—Narcissa.—dije simplemente.—Draco y yo teníamos planes de salir a cenar esta noche pero ella no podía mirarlo y fue como un interruptor en mi cerebro o alguna mierda. Me di cuenta de que cuidas mucho de Elora y ni siquiera eres su madre.

—La cuido una vez a la semana. A veces ni siquiera es durante todo el día y a veces pasa la noche. Si lo odiara, te lo diría. Vamos Anna, ya me conoces.—se rió mientras me empujaba hacia un abrazo.

—¿Está segura?.—Grité mientras envolvía mis brazos alrededor de su cuello. Yo era más alta que ella, pero solo media pulgada más.

—Sí.—dijo.—Ahora esto se está volviendo delicado y no haré esa mierda a menos que estés muriendo o en trabajo de parto, así que...—se rió mientras gentilmente me empujaba.

—Lo siento, no sé lo que me pasó.—me reí mientras me limpiaba la lágrima suelta que caía de mi ojo.—Estoy tan emocionado últimamente, casi creo que estoy embarazada de nuevo.

—Joder no-

—Estoy bromeando, Lani. Estoy en regla y Draco usa un hechizo anticonceptivo después.—Me reí mientras ella colocaba su mano sobre su pecho y suspiró dramáticamente.

—Gracias a Dios. El próximo niño que quiero ver es el mío.—bromeó mientras negaba con la cabeza y comenzaba a bajar las escaleras.

—Entonces, ¿cómo te fue con Albus?.—Le pregunté mientras me seguía.

—En realidad, es por eso que estoy aquí en primer lugar.—dijo cuando entré a la sala de estar.

—Espera, ¿te fue bien?.—Me senté en el sofá y metí los pies debajo de mí mientras ella hacía lo mismo a mi lado.

—Sí.—dijo mientras yo chillaba de emoción. Siempre estoy tan envuelto en mi propia vida amorosa que nunca presto atención a la de nadie más, así que fue una prisa por escuchar.

—¡Oh, Merlín, Lani! ¡Eso es brillante! ¿Cómo te fue? ¿Que dijo el? ¿Follaste? Dame todos los detalles.—Me reí cuando Kehlani comenzó a explicar.

Por primera vez en mucho tiempo volví a sentirme como una colegiala. Sentarnos tarde en la noche mientras cotilleamos sobre chicos y nos reímos de nada. Nunca me di cuenta de cuánto extrañaba actuar como si no tuviera ninguna responsabilidad, cuánto extrañaba que el puntaje en mi examen de pociones fuera la única preocupación que tenía.

—...luego me preparó la cena, como si realmente hubiera cocinado y joder, es un cocinero increíble. Hizo como esta mierda de pasta, es buena.—terminó mientras yo me reía y le sonreía.—Él también. ¿Por qué me estás mirando así?

—No hay razón. Estoy realmente feliz por ti Lani.—sonreí.

—Gracias.—asintió con la cabeza.—Oh, casi lo olvido.—continuó hablando de tonterías y yo lo disfruté, saboreé cada segundo. Me hizo recordar cuando los tiempos eran, bueno, no realmente buenos pero menos estresantes, momentos en los que sabía lo que iba a pasar después.

Tiempos antes de Draco.