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Namjoon detestaba hacer cualquier quehacer, aún que realmente él siempre accedía a hacer cada uno de los propuestos por Jin.
Y ningún día era la excepción, nisiquiera cuando estaban demasiado cómodos el sillón, en su cama o la habitación de Hoseok.
Si, últimamente Jung no usaba su cuarto por estar en el de Yoongi, así que cuando estaban aburridos iban a ver su TV gigante para ver alguna película que muchas veces terminaban por no ver por sumergirse en risitas coquetas, besos traviesos y caricias tiernas.
Y aquél día pasaba una vez más aquello, pero la diferencia era que los papeles estaban algo invertidos.
-Mmh Joonie.- jadeó entre el beso que se daban, largo y ligeramente atrevido.
Namjoon se separó entonces, sosteniéndose de sus manos a cada lado de la cabeza del castaño. Su respiración era agitada y sus labios estaban entreabiertos. Se miraban fijo y pequeñas sonrisas fueron instaladas en sus labios después de segundos.
Seokjin entonces lo tomó de las mejillas para atraerlo a él, no obstante, fué detenido.-Ven.-reclamó al ver que el contrario no quería acercarse.
-Uhm... debemos ir con los chicos, aún no comemos.- habló despacio sobre sus labios, aún siendo atraído por el mayor desde las mejillas.
-Mmh.- se quejó.-Nos quedemos aquí, ellos se pueden apañar solos.- volvió a susurrar y lo atrajo para comenzar otro beso tranquilo y deseoso.
Namjoon correspondió, no obstante sentía la necesidad de que vayan a la cocina a preparar algo para todos como cada mañana. Pero Jin no quería aquél día, los papeles se habían invertido completamente porque siempre era él quién quería quedarse un rato más y le imploraba a su novio que no hagan nada.
-Amor...
-¿Si?- respondió Jin aún dejando piquitos repetitivos en los labios del menor dulcemente.
-¿Por qué no quieres que vayamos abajo hoy cuando soy yo quién nunca quiere y tienes que llevarme arrastrando hasta allá?
Seokjin paró sus besitos y lo miró perplejo. La verdad era que ni él sabía, pero sentía aquella necesidad de quedarse por hoy en la cama con él y sólo no hacer nada por un rato. Era lo único que quería, y tampoco entendía porqué Namjoon de repente quería ir a hacer algo productivo.
-¿Y tú porqué quieres bajar?
-No lo sé. ¿Tú?
-Tampoco lo sé.-contestó, y luego de un rato comenzaron ambos a reír en conjunto.- Creo que mejor nos quedamos hasta que sean las nueve y luego bajamos a ver qué hacen.-sonrió cuando ambos se calmaron.
-Me parece bien.-sonrió igualmente y se acercó para besar los labios que tanto amaba del más bajo. Lo tomó por la cintura e invirtió las posiciones para que ahora el mayor quedara sobre su pecho, en su posición favorita, y sólo se quedaron dándose pequeños besitos y mimos acariciando al otro cálidamente.
Y tal vez, hoy había ganado Seokjin una vez más, porque el ambiente que generaron había sido tan bonito y plácido que no fué sólo media hora más la que se quedaron allí acurrucados contra el otro, susurrándose cosas cursis y dándose mimos todavía más cursis.
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𝘍𝘢𝘪𝘵𝘪𝘯❥︎
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¡namjoon, yo no lavo tus cosas! © namjin
Fanfiction•[No se permiten adaptaciones de ésta obra en específico]• Seokjin obligaba a un flojo Namjoon todos los días a que haga sus quehaceres, en especial lavar lo que debía y no quería, pero jamás imaginó que todo aquél lío que formaban en la alborotada...