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—Namjoon deja de comer ése chocolate. Seokjin hyung dijo que eran sólo un par de días.
—¿Por qué no me llevó con él? Tal vez soy mal novio y no quiere entrometerme en sus cosas para que no haga mis desastres.– puchereó comiendo otro trozo de la barra de chocolate en su mano.
Yoongi lo miró mal y frunció el ceño.—¿De qué hablas? Jin hyung no para de restregarnos cada día el increíble novio que eres. "Todo el mundo debería ser como mi Namjoonie", "Amo a mi Namjoonie, ¿vieron lo increíble que es?".–imitó con voz chillona rodando los ojos.–Nadie te ama más que él, créeme. Si le preguntas por qué no te llevó a su viaje dirá-
—Porque me distraeré demasiado con todo él. ¿Eso dirías Yoongi, cierto?
—¡Amorcito!
—¡Amorcito!
—Ugh, ahora sé lo que siente Jimin.– suspiró mirando a la pareja abrazarse y darse besos hasta en los brazos. Rió negando y se retiró de la sala a las habitaciones de arriba dejándoles más espacio.
—Pensé que volverías en unos días más.– sonrió con emoción sentando al mayor en su regazo abrazándolo por la cintura.
—Bueno, así iba a ser pero... Digamos que pude terminar todo rápido para venir a ver a mi chico.–picó su nariz con la punta de su dedo y Namjoon sonrió ruborizado.
—¡Y a nosotros también hyung!
—Ugh. ¡Si, a ustedes también!
—¡Pero más a mi obviamente!–Namjoon miró desafiante al resto abrazando a su novio y estos rodaron los ojos.
—De hecho, a quién más extrañé es a Yeontan.
Namjoon alzó una ceja y Seokjin carcajeó por su expresión ante sus palabras.
—Es broma, tú eres primero.–besó su frente y el menor suspiró con alivio.
—Por un momento pensé que lo decías en verdad.
Jin rió negando y lo abrazó con cariño fundiéndose en su cuello con aquél relajante olor. Miró a la distancia a Yeontan que bebía agua de su platito y le guiñó un ojo sonriendo cuando el perro movió su colita feliz.
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Gracias por todo su apoyo amorcitos, son lo mejor<33❤️
𝘍𝘢𝘪𝘵𝘪𝘯❥︎
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¡namjoon, yo no lavo tus cosas! © namjin
Hayran Kurgu•[No se permiten adaptaciones de ésta obra en específico]• Seokjin obligaba a un flojo Namjoon todos los días a que haga sus quehaceres, en especial lavar lo que debía y no quería, pero jamás imaginó que todo aquél lío que formaban en la alborotada...