¡namjoon, yo no lavo tus cosas! © namjin

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Capitulo dedicado al Yoonseok💗

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—Yoongi~ -el castaño se paró frente a su novio mirándolo mientras éste estaba ocupado viendo algo en el dispositivo que tenía entre sus manos.

—¿Qué ocurre?–respondió dulce con la mirada aún en su teléfono, sentado en el sillón más grande de la sala.

—¿Hacemos algo?

—¿Cómo qué bebé?

—No sé...– se sentó al lado de él y le comenzó a mirar fulminante y fijamente.

Yoongi lo miró de reojo y volvió su vista a su aparato alzando una ceja tembloroso.-No me veas así, me da escalofríos.

—Trato de que dejes tu celular y me prestes atención.–abrió más los ojos y siguió mirándolo fijamente.

—Ugh, bien. ¿Qué te gustaría hacer?– dejó el objeto a un lado en el sillón, primero apagando la pantalla. A continuación palmeó sus piernas y el castaño se levantó y se sentó en ellas mientras el otro le sujetaba levemente de los muslos.

—No lo sé, podemos ir a tomar un he-

—¡Ayudaa!–se escuchó desde el piso de arriba, lo que hizo que ambos desviaran su mirada allí.

—¿Qué fué eso?

—No importa, continúa.

—¿Ése fué Namjoon?

—Tampoco importa. ¿Quieres entonces salir a algún lado?

Hoseok volvió su vista a él.—Quiero ir a la heladería donde venden helados de pingüino.–hizo un tierno puchero, derritiendo al mayor y haciendo que su corazón también se derritiera y acelerara. ¿Cómo podría decirle que no así?

—Está bien. Pero antes...–el castaño quién tenía la mirada ahora puesta en las escaleras de dónde provenían los ruidos de las habitaciones, volteó hacia su novio y en cuánto lo hizo éste estampó sus labios contra los suyos, formando un lindo y tierno beso sin segundas intenciones. Fué cálido, a ambos les gustaba estar en los labios del otro por la calidez y sensación de olvidar todos sus problemas y preocupaciones que se brindaban cuando se unían de esa forma.

—¡Park Jimin, devuélveme a mi novio ahora!–se escuchó nuevamente del piso de arriba y ambos abrieron los ojos separándose levemente para fijar su vista en donde se escucharon gritos como: ¡Corre Jimin!, y ¡te atraparé mocoso!, lo que los hizo reírse al compás juntos.

—¿Deberíamos ir a ayudarlos?–preguntó el pálido aún sonriendo y calmando su risa.

—Creo que por hoy no.– imitó la acción del contrario mostrando sus lindos dientes brillantes. Volvieron a unir sus labios sonriendo de por medio mientras por toda la sala dos de los menores corrían y se perseguían tirando un par de cosas en el camino, pero a ellos no les importó y siguieron encerrados en su linda burbuja de amor en la que les encantaba estar y de la que no pensaban salir en un rato.

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Espero lo hayan disfrutado ✨

𝘍𝘢𝘪𝘵𝘪𝘯❥︎

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