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Sus ojos estaban fijos en la pantalla frente a él, tan aburridamente que en cualquier momento no sería sorpresa que se durmiera.
Pero era lo que acontecía los domingos por la noche, no había nada interesante y sólo cambiaba canales esperando encontrar algo para ver que lo entretenga.
Usualmente Namjoon se encerraba a esas horas en su cuarto a componer canciones sin rumbo, que le había contado que le gustaba hacer, y él iba a su habitación a aburrirse hasta que su novio vuelva a sus brazos.
Pero esa noche, algo raro pasó.
Su puerta fué tocada, pero no fue tocada como todos los chicos la tocaban. No. En cambio observó cómo el picaporte fué movido de un lado a otro.
Frunció el ceño y entonces, un par de recuerdos pasados lo inundaron.
Así era como Namjoon lo llamaba cuando apenas iniciaban su relación y el resto no sabía. Moviendo el picaporte por las noches para no hacer ruido alguno.
Sonrió nostálgico y se paró para abrir algo somnoliento.
-Hola Monnie am-
-Hyung, tienes que enseñarme a cocinar.
El mayor alzó una ceja confundido ante tan repentina orden, y se hizo a un lado para que el más alto pase apurado y con ese porte seguro que a veces tenía.
-Monnie, no sabes siquiera lavar bien los platos después de años, ¿y quieres cocinar?- rió despacio sentando al chico en el colchón para luego subir a su regazo y rodear su cuello y éste su cintura.
-No te burles, realmente necesito saber hacerlo. Tú dijiste que tardaste cuatro meses en aprender, y ahora lo haces increíble.
-Si amor, pero ese tiempo para aprender a hacer algo decente y no quemado. Además yo nací con el don, no tuvo que tomarme tanto tiempo.
-Oh... es verdad.- asintió de acuerdo, abultando su labio inferior.- Pero, ¿me ayudarás?
-Y uhm, ¿porqué exactamente quieres de repente aprender?
El rostro de Namjoon enrojeció y balbuceó unos minutos intentando hallar las palabras para contestar.
Jin no debía saber nada aún.
-Es que... me puse a pensarlo, y los días que te fuiste apenas pudimos cocinar porque Yoongi y Taehyung son demasiado flojos como para hacerlo ya que también saben, y el resto se la pasaban durmiendo, lo que me dejó a mi a cargo varias veces y por eso nos hartamos de la pizza congelada. Así que para que no suceda de nuevo porque amo la pizza, quiero aprender a cocinar de verdad.- finalizó luego de un rápido hablar, dando un suspiro y una sonrisa feliz.
Seokjin lo miró casi atónito, procesando las palabras rápidas en su mente mientras lo veía fijo.
-Con razón te gusta tanto el rap.- rió.- Pero está bien Joon, te enseñaré. Sólo debes prometer que me harás caso y no serás flojo cuando te llame, y además también tendrás que lavar lo que usemos. ¿De acuerdo con todo?
-De acuerd.... Un segundo, ¡debía cocinar para no lavar todo!
-Cocinar es un trabajo completo Monnie, si quieres hacerlo debes cumplir todo.- besó su mejilla y bajó de sus piernas para acostarse nuevamente en la cama con una sonrisa triunfadora.
Una que Namjoon también tuvo después de segundos eliminando su puchero fastidioso, ya que tenía una parte de su plan hecha.
Ahora sólo faltaban 297 cosas más.
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Se acerca el final...
𝘍𝘢𝘪𝘵𝘪𝘯❥︎
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¡namjoon, yo no lavo tus cosas! © namjin
Fanfiction•[No se permiten adaptaciones de ésta obra en específico]• Seokjin obligaba a un flojo Namjoon todos los días a que haga sus quehaceres, en especial lavar lo que debía y no quería, pero jamás imaginó que todo aquél lío que formaban en la alborotada...