¡namjoon, yo no lavo tus cosas! © namjin

40 | Especial

History of Everything♡

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—¿Crees que venga?

—Jimin siempre es puntual. Así que sin duda está trayendo a alguien impuntual que lo está haciendo perder tiempo.–suspiró.

—Uhm... ¿Quién será ése amigo que nos quiere presentar? Es decir, parecía muy emocionado, ¿será algún novio?

—¿Un novio? Bueno... no existen posibildiades nulas para eso. Park es bastante coqueto y social.–rió y el menor lo secundó con otra risa.

—Chicos! Ahí están. Dios, lo siento por tardar, pero alguien me hizo el tiempo imposible.

—No te preocupes, de hecho llegamos hace poco, también somos impuntuales. ¿Hoseok y los chicos no vienen contigo?

—Uhm nop ellos si tienen bastante impuntualidad.–sonrió adorablemente.

—Y... ¿no que nos querías presentar a alguien?

—¿Huh? ¡Oh cierto! Él está reservando la mesa en el restaurante de allí.–señaló el lugar en la calle de enfrente y los otros dos dirigieron su vista ahí.

Un chico alto y bastante apuesto salió por la puerta con prisa y cruzó la calle, trotando con velocidad hasta ellos.

—Parkie, sólo tienen mesa para seis. Tendré que quedarme fuera, de todos modos sé que querías salir con tus amigos y yo sólo me colé.

—Para nada hyung! Lo arreglaremos. Ven, te presentaré a dos de los chicos.– tomó su muñeca y lo acercó más, poniéndolo a su lado y frente a los otros dos que lo miraban curiosos e impresionados.–Chicos, él es Kim Seokjin, mi mejor amigo de toda la secundaria y... actual rommie.

El corazón de uno explotó con sus labios entreabiertos y comenzando a ponerse nervioso, y el otro mientras esbozó una sonrisa ante el chico alto quién se la devolvió con un asentimiento.

—Soy Yoongi.– se presentó el más bajo y extendió una mano reverenciando.

Jin sonrió.—Mucho gusto. Lindo acento, se nota que eres de Daegu.

—Oh, gracias.–sonrió con las mejillas rosas y agachando la mirada un poco. Miró al chico a su costado y golpeó su costado con un codo, llamando su atención de inmediato.

—¿Q-qué qué pasa?– murmuró aturdido, se había quedado embelesado con aquél chico y se había olvidado del mundo alrededor.

—Preséntate con el amigo de Jimin, no seas idiota Joon.

Namjoon bajó el semblante molesto y miró de nuevo adelante suyo, dónde ambos chicos reían bajito.

—Mucho gusto, tú debes ser Namjoon, ¿verdad?

Y ahí, en ése preciso instante, es cuando la flecha de cupido lo atravesó aún más.

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—Hyung basta, no sé nada de Seokjin hyung, él se mudó a la ciudad hace poco y está haciendo su vida por las calles por lo que no pasa mucho en el departamento y apenas sé de él. Además, no debo meterme en su vida. Si quieres tengo su número, podría-