Su mejilla le dolía.
Damen estaba a punto de darle otro golpe, pero en vez de eso fue él quien recibió un golpe por parte del capitán. Damen había caído al piso, ya que el capitán había usado gran parte de su fuerza. Su labio estaba sangrando, por lo que unas gotas de sangre cayeron sobre su camisa. Veth le dio unos cuantos golpes más, verlo golpear a Lin no le había gustado del todo bien.
—¿Por qué me golpeas a mi?— le espetó —, es a él a quien deberías estar matando a golpes no a mi, Veth!
—Porque te atreviste a golpearlo.
Veth tomó el rostro de Lin para ver si el golpe que recibió había sido demasiado brusco, se sorprendió al ver que su mentón tenía un ligero color rojizo.
—¡Acaso no escuchaste que habló con esa sirena!— se levantó exaltado —, ¡luego la mató como si nada! ¡No sabemos quién es en realidad! No podemos confiar en él.
«No era una sirena, era una nereida. Dice ser cazador y no sabe diferenciar a las criaturas del mar. Idiota». Lin hizo una mueca.
—Todos vimos y escuchamos, Damen. Pero eso no te da el derecho de golpearlo y decir qué hay algo raro en él.
Damen estaba histérico, los demás tripulantes no sabían qué hacer o qué decir, solamente estaba parados y quietos, no se atrevían a moverse de sus lugares o a decirle algo al capitán.
Veth sabía que tarde o temprano Lin terminaría haciendo algo que lo delataría, pero jamás imaginó que sería cuando Damen atrapara una sirena, o en este caso, una nereida. Veth debió ser más inteligente respecto a Damen, debió decirle que dejará la cacería para otra ocasión. Simplemente debió haber estado más atento a Lin, fue un completo error poner primero los asuntos de un capitán y descuidar a ese chico que lo trae loco.
—Tenemos que hablar capitán.
—Vamos a hablar — respondió.
Hizo una seña para que todos se fueran a su camarote, era el más grande del barco, por lo que todos podían entrar en el y aún así quedaría espacio para otras diez personas.
El cazador no había dejado de mirarlo con el ceño fruncido, sujetaba su arma con mucha fuerza mientras miraba a Lin, quien no hizo más que ocultarse en el cuerpo de Veth por instinto.
—Di que naciste en Ligea — le susurró por lo bajo, solamente para que él escuchase.
—¿Qué?
—Solo di que naciste en Ligea, yo me encargo de lo demás.
Lo entendió a la perfección, Veth sabía que Ligea fue el primer reino en aceptar que las sirenas y tritones pudieran andar libremente por todo el reino, fue algo de lo que todo el mundo se enteró. Hasta el día de hoy, era un tema muy hablando entre los habitantes de todo los reinos.
Fueron hasta el camarote de Veth, todos estaban en silencio y al parecer nadie quería ser el primero en tomar la palabra. Lin se sentía muy inseguro en ese momento, no solo porque todas las miradas estaban sobre él sino porque Damen no había soltado la daga, al parecer quería hundirla en el pecho de Lin.
Cy se encontraba mordiendo sus uñas, quizá se debía a que no sabía qué decir en ese tipo de situaciones, no sabia con qué mentira comenzar.
Ake, bueno Ake parecía estar muy tranquilo como siempre.
Vadim evitaba estar cerca de todos ellos.
—Bien, capitán, comience a decir porque Lin le habló a la sirena — soltó de golpe, elevando su tono de voz hacia el capitán —, ¿por qué lo recogió de esa cueva?
ESTÁS LEYENDO
Okeánia Agápi | Segunda versión
Fantasy«La mayor aventura que puedes experimentar, es vivir en tus sueños». Veth Neider es el pirata más buscando por todo el mar de Finternis, él asesina, roba y miente. Oculta un gran secreto que solo los más cercanos a él lo saben, todas las noches sueñ...