Capitulo 5

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El amanecer era hermoso. Por primera vez estaba viendo un amanecer sin el miedo de morir quemado por los rayos del sol, ahora podía disfrutar de esa bella vista sin temor a nada.

—Es una bella vista — escuchó detrás de él. De inmediato reconoció la voz, se trataba de Veth, el capitán del barco —, hace tiempo dibujé un amanecer, no es de mis dibujos favoritos.

—Es la primera vez que veo un amanecer con mis propios ojos — aún seguía mirando los colores del alba, las nubes tomaron un tono naranja con rojo y amarillo, el océano también se veía maravilloso. Simplemente era una vista que Lin quería seguir viendo por el resto de su vida —. siempre he visto el amanecer desde el océano, no se ve tan maravillo como se ve aquí.

Veth se acercó a Lin, se puso a un lado de él. Ambos se quedaron viendo hacia la nada, no se necesitaban palabras para que el silencio no fuera incómodo, ellos se sentían bien así, estando en silencio.

—Tacharé esto de mi lista.

—¿Lista?

—Antes de irme a dormir hice una lista de las cosas que quiero ver o a donde quiero ir, ver el amanecer fue lo primero que escribí.

—Te prometo que haré que taches todas las cosas de esa lista.

—Eso espero, capitán.

—Puedes decirme Veth — se apresuró en decir —, aún no me acostumbro a que me llamen con formalidad.

Lo miró de reojo.

—Yo sí, desde muy pequeño me han tratado muy formal...— habló despacio, asegurándose de que su pronunciación fuera la correcta, vio claramente cuando el capitán embozó una pequeña sonrisa —, somos muy respetuosos entre nosotros.

—Ya veo — murmuró.

Veth estaba nervioso y Lin lo sabía, podía sentirlo en su aura, en esa sonrisa que le dio hace apenas unos segundos. Lin supo de inmediato que Veth estaba nervioso por él, no es que le molestara poner nervioso a Veth sino que se le hacía un poco raro, normalmente Lin era el que siempre estaba con los vellos de punta pero en esta ocasión era al revés.

—¿Tardaremos mucho en llegar a las torres de nigromancia?— se atrevió a preguntar.

—En un par de días, quizá se te sea eterno porque será tu primera vez yendo a otro lugar. Te acostumbrarás.

—¡Suelo adaptarme a todo!— exclamó emocionado —. No es que en mi lista haya escrito que quiero ir a las torres de nigromancia y conocer a los nigromantes más poderosos de todo Finternis, pero aun así me emociona ir y ver cómo es ese lugar.

—¿A donde te gustaría ir después?— ya no estaba nervioso, quizá un poco pero no quería que Lin se diera cuenta de eso —, te llevaré a donde quieras ir.

—¿Por donde empiezo?— murmuró para sí mismo —, hay tantos lugares que quiero conocer qué no puedo elegir uno.

Suspiró.

Se alejó un poco de Veth, caminó de un lado a otro tratando de elegir un lugar para visitar primero, como eran tantos no sabía cuál elegir.

Veth se tomó el tiempo para ver con claridad a Lin, ahora no tenía esa aleta dorada y escamosa, tampoco esas orejas puntiagudas y escamosas también de color dorado. Ahora tenía ropa nueva y limpia, sin ningún agujero. Botas de cuero color café un poco gastadas de la parte de abajo, su cabello estaba peinado. Lin se veía como un humano normal, incluso asi, incluso en su forma humana Veth pensó que era lo más maravilloso que había visto en toda su vida.

—El reino de Ligea. Después de las Torres de nigromancia quiero ir al reino de Ligea — sus mejillas se tornaron rojas y por alguna extraña razón sus ojos estabas brillosos —, quiero ver a Heid.

Okeánia Agápi | Segunda versión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora