Capítulo 18

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Escuchó el sonido de los cañones siendo disparados.

Escuchó unos gritos provenientes del capitán.

Sintió como una gota de sangre escurrió por todo su rostro, aún seguía sin poder creer lo que sus ojos habían visto. No podía moverse, mucho menos lo hizo cuando el capitán cayó a su lado.

Su capitán, ese hombre que ha amado con toda su alma y que es capaz de morir por él, está sobre el suelo soltando unos gritos y jadeos de dolor. Hay un gran charco de sangre al rededor del cuerpo de Veth, dejó de verlo cuando Ake se puso en frente suyo haciendo que lo perdiera de vista.

—No creo poder detener el sangrado — escuchó la voz del nigromante, la cual era de tono nervioso y con mucho miedo. Ake miró al joven príncipe de reojo, le dedicó una mirada llena de angustia, pudo sentir todo el miedo en la mirada del nigromante —, es una gran herida... no creo que se lo tome bien.

Lin frunció su ceño.

Se puso de pie tan rápido como sus piernas se lo permitieron y corrió hasta Veth. Lo que vio lo dejó realmente sorprendido, sintió que se desmayaría en ese mismo instante, incluso le dieron ganas de vomitar.

Vio el momento exacto en donde tomaron a Veth en brazos y lo llevaron a su camarote, iba dejando todo un camino de sangre gracias a la gran herida que le han hecho hace apenas unos minutos. Sintió enojo. Sintió tristeza y unas grandes ganas de vengarse de la personas que se ha atrevido a dañar a su amado capitán.

Cy y Damen tienen a alguien muy bien sostenido, ese hombre tiene una espada entre sus manos la cual está manchada de la sangre del capitán Neider. Lin, sin dudarlo ni un solo segundo, se acercó hasta esos tres, le arrebató la espada y la colocó en el cuello de ese hombre. El enojo era el que estaba actuando ahora mismo, el enojo era el que estaba tomando control sobre su cuerpo — podría culpar al enojo en estos momentos, sabía que todos lo iban a entender —. No planea quedarse con las manos cruzadas, no cuando ha visto lo que le han hecho a Veth.

—¿Cómo es que subió al barco del capitán?— preguntó despacio, su voz sonó ruda, más de lo normal. En esos momentos estaba más enojado que nunca, podía sentir como su sangre comenzaba a hervir cada vez más y más —, cómo es que nadie se dio cuenta de que este hombre estaba aquí.

—Lin — murmuró Cy.

—Guarda silencio, Cy — lo miró con enojo.

Cy se sorprendió mucho al escuchar el tono de voz de Lin, es la primera vez que lo escucha hablar de esa manera, siempre estaba actuando de manera tierna e inocente, siempre estaba sonriéndole a todos de manera linda. Pero ahora mismo estaba actuando de manera diferente, sus ojos no tienen ese brillo que siempre suelen tener, en pocas palabras, su mirada luce apagada sin ni un solo brillo, sus labios están fruncidos en una gran mueca, y tiene ese ceño tan fruncido que le dan una apariencia muy extraña.

Incluso Damen lo mira con mucho duda, no tiene ni una sola idea de lo que Lin hará con esa espada.

El barco enemigo aún se encuentra algo lejos, pese a eso han lanzado esas bolas que llevan los cañones, por suerte el barco  no ha recibido ni un solo daño gracias a esos ataques. Vadim no se encuentra a la vista sino ya habría acabado con la vida de ese hombre sin pensarlo ni un segundo, en vez de quedarse aquí ha decidido ir con Veth para asegurarse de que no vaya a pasar algo malo.

—Debes mantener la calma, Lin.

—¡¿Como me pides que guarde la calma cuando han herido a Veth!?— exclamó.

—Solo debes calmarte antes de que hagas una locura.

—Ahora mismo quiero matar a este hombre por lo que le hizo a Veth, no voy a quedarme sin hacer nada justo como tú quieres hacerlo.

Okeánia Agápi | Segunda versión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora