Epílogo

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Limpio las lágrimas que caían sobre sus mejillas, no ha dejado de sollozar como si fuese un niño. Siente un gran nudo en su garganta, su cuerpo se siente débil como si en cualquier momento fuese a caer al piso llorando como si no hubiese un mañana, siente la necesidad de seguir llorando hasta que el sol termine de salir por completo.

Sintió la mirada de Clio sobre su cuerpo, no ha dejado de verlo desde que terminó de contar la historia, no ha dejado de verlo desde que comenzó a llorar. No le molesta que ese hombre lo mire como si fuese lo más horrible del mundo, Floyd sabe que incluso Clio tiene unas pocas lágrimas en sus ojos pero trata de hacerse el fuerte enfrente de ese chico.

El dueño del bar — no recuerda el nombre — no ha dejado de verlos con una mueca triste en su rostro, seguramente ha escuchado a Clio contar la misma historia una y otra y otra vez a cualquier persona que se acerque a su lado y le pregunte sobre el tatuaje de sirena que tiene en su brazo izquierdo. El dueño de bar siente la necesidad de ir hasta ellos y darles una leve palmada en los hombros para así tratar de tranquilizar al joven y al hombre que están al borde de las lágrimas, pero no lo hace, no lo hace porque quiere darle su espacio.

Solo están ellos dos en el bar, ya todos se han ido a sus casas para poder dormir hasta tarde. Solamente están ellos dos ahí sentados, con lágrimas en sus ojos y un tazón de ron entre sus manos, cualquier persona que los viera de esa manera pensaría que solo se trata de dos personas tomando para olvidar sus problemas, claro que no es así.

—Entonces así terminó — nuevas lágrimas salieron de sus ojos.

—Sí.

Cubrió su rostro con sus manos para seguir llorando, a decir verdad le estaba dando mucha pena que lo vieran llorar solo porque escuchó un final triste, le dijo muy bien a Clio que es una persona persona sensible y él le había prometido no hacerlo llorar, no cumplió con eso.

No puede asimilar el final, se niega a creer eso porque debe haber algo más. Quiere saber lo qué pasó después con Merlin, con Ake, Cy y Mika. Quiere escuchar el final de ellos para ver si al menos lograron tener una vida llena de felicidad o si simplemente murieron de tristeza por haber periodo a dos grandes amigos.

Aclaró su garganta y dijo:

—¿Qué pasó después?— su voz fue frágil, gracias a que no ha dejado de llorar desde hace unos cuantos minutos —, ¿qué pasó con los demás chicos?

—Cy y Mika navegaron hasta isla tortuga, en todo el camino Cy no dejó de llorar pese a que Mika siempre le dijo que dejara de llorar porque llorar no iba a servir de nada — tragó saliva. Se quedó un momento en silencio para procesar todo lo que ha salido de su boca —, pero él no le hizo caso, siguió llorando hasta que sus ojos se hincharon y se pusieron rojos, lo único que quería hacer era llorar hasta quedarse dormido. Cuando llegaron a isla tortuga nos dejo de repetir que Damen los había traicionado y cuando les contó a los demás de que el capitán Neider había muerto cayó desmayado al suelo.

El chico no hizo otra cosa más que bajar la mirada y esperar a que nuevas lágrimas salieran de sus ojos. Se dijo a sí mismo que solo es una simple historia de piratas y que no debería llorar por eso, después se dijo a sí mismo que había una gran posibilidad de que esa historia fuera cien por ciento real porque había escuchado a varios piratas mencionar al capitán Neider, sin olvidar que en el bar hay un viejo cartel donde está el rostro de Veth Neider con una suma de dinero.

—Los chicos hicieron una especie de funeral en isla tortuga, todos lamentaban su pérdida ya que Lin y Veth habían sido unís grandes amigos para ellos. Toda isla tortuga lamentaba la pérdida de un gran capitán como lo había sido Neider, ya que se ganó el respeto de muchos, y también que unos cuantos le tuviesen miedo.

Okeánia Agápi | Segunda versión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora